Bases que -informó el diario el New York Times- forman parte de la estrecha colaboración entre la agencia estadounidense y Kiev.
La guerra en Ucrania entra en su tercer año y la colaboración entre la CIA y Kiev es una de las piedras angulares que permiten a Ucrania defenderse.
La asociación, que también incluye bases enteramente financiadas por la CIA en territorio ucraniano, no comenzó con la guerra, pero tiene sus raíces hace al menos diez años y logró transformar a Ucrania en uno de los socios más importantes de Washington contra Rusia. Recordó hoy el New York Times.
En los últimos ocho años -subrayó el periódico estadounidense- la CIA construyó 12 lugares secretos en el bosque ucraniano, en la frontera con Rusia.
En 2016, la CIA comenzó a entrenar una unidad de comando ucraniana de élite, la Unidad 2245, para capturar drones y equipos de comunicaciones rusos para permitir a la agencia de inteligencia estadounidense estudiar y codificar los sistemas cifrados de Moscú.
La CIA también ha ayudado a entrenar a una nueva generación de espías ucranianos que operan en Rusia, Europa, Cuba y otras zonas donde hay una fuerte presencia rusa.
Estas redes de inteligencia son más importantes que nunca ahora que Ucrania lucha en el campo de batalla -prosiguió el New York Times-, pero en el horizonte existe el riesgo de una falta de financiación para continuar operando a los niveles actuales en caso de que los republicanos en el Congreso dejen de hacerlo o poner fin a la ayuda a Kiev.
Para tranquilizar a los dirigentes ucranianos, el director de la CIA, Williams Burns, voló en secreto a Kiev estos últimos días, en la que fue su décima visita desde el inicio de la invasión, señaló el periódico.
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