Se trata de éxitos que dan confianza a las fuerzas de Moscú, hasta el punto de que amenazan con alcanzar la capital: "Podríamos llegar a Kiev, si no ahora, en otra fase del desarrollo de este conflicto", afirmó el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev.
El también exmandatario del país añadió que Odessa "es una ciudad en Rusia." Ante sus declaraciones, la Unión Europea no tardó en responder: "recomendamos asesoramiento y asistencia mental" al subsecretario del Consejo de Seguridad ruso", afirmó el portavoz de la Comisión, Peter Stano, definiendo a Medvedev como "un eterno número dos".
Mientras, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, intentó restar importancia a los acontecimientos en el frente, aunque admitió que la toma de Avdiivka representa el mayor logro de Rusia en los últimos nueve meses de guerra.
"Durante estos dos años ocuparon la región de Járkov y ahora estamos en esta región, hemos desbloqueado el Mar Negro y ahora tenemos sus rutas de cereales", afirmó el líder ucraniano en una entrevista exclusiva con Fox News, en la que reconoció "un último año complicado" para sus soldados.
Zelensky tiene que lidiar con la falta de municiones -factor principal que pudo generar la caída de Avdiivka- y de repuestos para los soldados en el frente, hasta el punto de que el presidente firmódecreto que permite a los extranjeros servir en el Ejército Nacional.
El líder ucraniano también vio confirmada la ayuda occidental en los nuevos acuerdos de seguridad -próximamente también con Italia- y en los paquetes anunciados por los aliados, como los 247 millones de dólares para suministros militares anunciados por Dinamarca y los 200 cohetes Brimstone prometidos por Londres.
Pero, sin duda, el apoyo de los socios muestra menos energía, a 48 horas después del segundo aniversario de la guerra.
Con ese motivo, la presidencia ucraniana anunció que el domingo se celebrará el foro "Ucrania. Año 2024", en el que participarán representantes del Gobierno y de la dirección político-militar, entre ellos el primer ministro, el presidente del Parlamento, el jefe del Servicio de Seguridad y la primera dama, Olena Zelenska.
También está prevista una conferencia de prensa que dará el propio Zelensky.
El foro será una oportunidad para hacer balance de la situación de guerra y de temas como la pertenencia de Kiev a la OTAN y a la Unión Europea.
Entretanto, se avecina un tercer año de batallas para Ucrania, mientras caen bombas en todo el país -más de 8.000 misiles y 4.630 drones desde el inicio del conflicto, según la fuerza aérea de Kiev- y continúa el recuento de muertos y civiles heridos.
Pero el presidente ruso, Vladimir Putin, no tiene intención de darse por vencido.
De hecho, muestra su poderío volando en un nuevo bombardero nuclear, acumula fuerza militar con la ayuda de Irán y Corea del Norte, resta importancia a las nuevas sanciones occidentales y mira con optimismo el futuro del "enemigo" estadounidense, al confirmar un respaldo sarcástico a Joe Biden, a pesar de los insultos, a pocos meses de las elecciones de noviembre próximo.
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