Diálogo y no polarización, porque los desafíos son comunes. Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, en medio de las protestas de los agricultores que azotan Europa, lanza un "diálogo estratégico" para el futuro del sector e intenta así calmar la ira de una parte importante de los votantes europeos de cara a la votación de junio, una crispación que acaso también complique la posibilidad de un acuerdo entre la UE y el Mercosur.
La medida de la presidenta de la Comisión de la UE, que según los rumores de Bruselas está ahora a punto de ser nombrada nuevamente, fue anticipada por la propia Von der Leyen en el discurso sobre el estado de la Unión del pasado mes de septiembre. "Es urgente mejorar las cosas y ustedes merecen una remuneración justa", subrayó durante su encuentro con las delegaciones de agricultores en el Palacio Berlaymont.
En los últimos días se han producido protestas en varios países y en Francia han dejado un saldo de una víctima. Además, y quizás sobre todo, el Pacto Verde, uno de los símbolos de la legislatura de von der Leyen, acaba en el punto de mira de los agricultores.
En su discurso, la presidenta no entró en detalles, consciente de la naturaleza de las peticiones de las asociaciones de agricultores europeos, que, entre otras cosas, pidieron un bloqueo del acuerdo con Mercosur, una rebaja del estatus de protección del lobo, una revisión del acuerdo comercial con Kiev, mayores salarios y reconocimiento del papel estratégico del sector.
"Su tarea es de crucial importancia. Es gracias a la agricultura europea -las mujeres y los hombres que trabajan la tierra- que Europa tiene los alimentos más sanos y de mayor calidad del mundo. Nuestros agricultores operan diariamente en un mercado global muy competitivo y, a menudo, son la parte más vulnerable de la cadena de valor", afirmó von der Leyen, extendiendo la mano a sus interlocutores y subrayando que "encontrar un consenso y una visión común sobre el camino a seguir no es una tarea fácil", aunque sí "una inmensa oportunidad".
La coordinación del 'diálogo estratégico' ha sido confiada al profesor Peter Strohschneider, filólogo, historiador y sociólogo que tendrá una tarea difícil: calmar la ira de un electorado que, en los últimos meses, la derecha observa con creciente interés. El diálogo se organizará en 4 grupos de trabajo (que abarcarán desde la situación económica hasta la protección de la biodiversidad) y, entre finales de agosto y septiembre, proporcionará una contribución escrita a la Comisión Europea entrante.
La estrategia sobre el trigo ucraniano parece más concreta y a corto plazo, y el ejecutivo europeo podría anunciarla la próxima semana. Mientras tanto, la ira de los agricultores lucha por apaciguarse. "Es una señal para Francia y para la UE", admitió el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire.
"La PAC debe responder a las necesidades de renta", es la petición de Coldiretti (agrupación italiana de agricultores). El presidente del Senado, Ignazio La Russa, se dijo "cercano" a las protestas y el ministro de Agricultura, Soberanía Alimentaria y Bosques de Italia, Francesco Lollobrigida, apuntó que "comprende la exasperación de los agricultores hacia el modelo europeo" y que "se trabaja para que las cosas cambien, respecto al Pacto Verde".
Palabras que solo muestran un hecho: la agricultura será uno de los temas más candentes en la campaña para las elecciones europeas, en Italia y en Europa.
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