La UE lanzó hoy el duodécimo paquete de sanciones contra Rusia por la invasión a Ucrania y entre las medidas adoptadas se encuentra la prohibición de la compra, importación y transferencia de diamantes desde Rusia.
"Acojo con satisfacción el acuerdo político sobre el duodécimo paquete de sanciones. Felicitaciones a la Presidencia española. Seguimos apoyando a Ucrania, en las buenas y en las malas. Estamos tomando medidas enérgicas contra la evasión fiscal y sancionando otros bienes, incluidos los diamantes", escribió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en X.
La medida entrará en vigor el próximo 1 de enero, cuando se empiece a aplicar el mecanismo que han creado los países del G7 para trazar el recorrido de los diamantes rusos a lo largo de toda la cadena global de producción y garantizar así la efectividad de las sanciones.
"Nuestro mensaje es claro (...): nos mantenemos firmes en nuestro compromiso con Ucrania y continuaremos apoyando su lucha por la libertad y la soberanía", dijo en un comunicado el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
La prohibición indirecta de la importación de diamantes rusos transformados incluirá joyas que incorporen diamantes originarios de Rusia, una medida de aplicación progresiva desde el 1 de marzo de 2024 y hasta el 1 de septiembre de 2024. En un comunicado, el Consejo justifica esta medida por la necesidad de desplegar un mecanismo de trazabilidad que permita medidas de aplicación eficaces y minimice las perturbaciones para el mercado de la UE.
Las sanciones a los diamantes rusos estaban en el punto de mira desde hace meses, pero la UE había actuado todavía por el bloqueo de Bélgica, país por el que circula el 85 por ciento del comercio mundial.
Este paso llega después de los trabajos mano a mano entre la Comisión Europea y Bélgica para contar con un mecanismo que garantice el origen de los diamantes y tras la visita de un equipo técnico del G7 a Amberes a mediados de noviembre para probar este mecanismo.
Rusia es el mayor productor mundial de diamantes en bruto por volumen, y más del 90% de su negocio está dominado por una sola empresa, Alrosa. En 2021, el año anterior al inicio de la guerra, Rusia exportó alrededor de 4.000 millones de dólares (3.770 millones de euros) en diamantes, una cantidad que disminuyó solo ligeramente en 2022, ya que la comunidad internacional se abstuvo de imponer cualquier tipo de sanción.
La serie de sanciones -duodécima desde febrero de 2022- también tiene como objetivo cerrar las lagunas que han perforado el límite de precios del petróleo ruso, que el G7 había fijado en 60 dólares por barril. En los últimos meses, Moscú ha vendido su producto muy por encima del límite máximo gracias a una flota de "petroleros en la sombra" y a los servicios de firmas comerciales poco conocidas, sorteando fácilmente las limitaciones comerciales que Occidente creía tener bajo control.
Las sanciones no alteran el límite de 60 dólares por barril, pero introducen nuevas medidas, como un sistema de intercambio de información para las transferencias de barco a barco y reglas de transparencia más estrictas en la venta de petroleros, para garantizar que las ventas globales de petróleo de los Urales se mantengan dentro de los límites establecidos.
Además, el nuevo paquete incluye en la lista negra a 29 empresas, incluidas algunas no rusas que se sospecha que ayudan al Kremlin a obtener productos avanzados fabricados en la UE.
Los nombres de estas empresas no estuvieron disponibles de momento.
Los productores europeos de bienes y tecnología sensibles tendrán que cumplir con una cláusula contractual que prohíbe explícitamente la reexportación a Rusia en un intento de acabar con el persistente problema de la elusión.
El anuncio de este lunes solo fue posible después de que Austria levantara sus reservas. Inicialmente, Viena había bloqueado el acuerdo por la adición del Raiffeisen Bank International (RBI) a la lista de "patrocinadores internacionales de la guerra" de Ucrania. La lista no tiene repercusiones jurídicas, pero supone un daño considerable a la reputación.
La agencia anticorrupción de Ucrania había atacado al RBI, el mayor banco occidental de Rusia, por supuestamente prestar servicios a "oligarcas cercanos al Kremlin". Viena se opuso a este razonamiento y presionó para que se eliminara el nombre de la empresa.
La noticia llega en un momento crítico para Kiev, que está suplicando a los aliados occidentales que incrementen urgentemente su asistencia militar y financiera para ayudar a la nación en guerra a resistir el avance de las tropas rusas.
Durante la dramática cumbre de la semana pasada en Bruselas, los líderes de la UE acordaron iniciar negociaciones de adhesión con Ucrania, un objetivo buscado por el presidente Volodímir Zelenski. Pero horas más tarde, el Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, ejerció su poder de veto para impedir la aprobación de un fondo especial de 50.000 millones de euros para apoyo a largo plazo a Ucrania.
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