(ANSA) - HELSINKI, 16 NOV - Finlandia anunció el cierre de la
mitad de sus pasos fronterizos con Rusia, en otro capítulo de
las tensiones con Moscú que explotaron con la guerra en Ucrania
y se exacerbaron con la entrada del país del norte de Europa en
la OTAN en abril pasado.
El cierre de pasos fronterizos se relaciona con el delicado
tema de los inmigrantes: según Helsinki, Moscú intenta
desestabilizar la nación escandinava permitiendo que extranjeros
en situación de irregularidad crucen la frontera común de 1.340
kilómetros.
Una acusación rechazada por Rusia que, a través de su
embajada, expresó "preocupación" por los cierres finlandeses y
pidió "aclaraciones" antes de decidir sobre "medidas de
respuesta".
Mientras, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von
der Leyen, habló de una "vergonzosa explotación de los
inmigrantes por parte de Rusia", expresando el "pleno apoyo" de
la UE a la decisión al primer ministro finlandés, Petteri Orpo.
Según los guardias fronterizos, Finlandia vio una afluencia
de inmigrantes indocumentados procedentes de Medio Oriente y de
África desde finales de agosto, en particular de Irak, Somalia y
Yemen.
Por este motivo, el Gobierno "tomó la decisión de cerrar
los pasos fronterizos de Vaalimaa, Nuijamaa, Imatra y Niirala en
la frontera entre Finlandia y Rusia", anunció la ministra del
Interior, Mari Rantanen, durante una rueda de prensa.
El cierre de los cuatro puntos de la frontera sureste
entrará en vigencia a la medianoche del sábado y se prolongará
hasta el 18 de febrero de 2024, mientras que cuatro cruces más
al norte permanecerán abiertos.
Desde septiembre, unos 280 solicitantes de asilo se
presentaron en la frontera ruso-finlandesa, según la guardia
costera escandinava.
La autoridad de la Guardia Fronteriza dijo que hasta las 18
(hora local) del miércoles, al menos 74 solicitantes de asilo
habían llegado a la frontera en el sureste de Finlandia.
El martes la cifra era 55 y el lunes 39. Pero "el problema
no son los números", explicó el ministro del Interior.
"Este es un caso en el que tenemos indicios e información
de que se está manipulando a personas para entrar en Finlandia",
que ya a finales de 2022 había presentado un plan para construir
una gran valla a lo largo de 200 kilómetros de su frontera.
Según Helsinki, Moscú decidió hacer la vista gorda ante la
afluencia de inmigrantes en represalia por su entrada en la OTAN
y también por el acuerdo de cooperación en materia de defensa
(DCA) que está ultimando con Estados Unidos.
"Ahora todos los días nos recuerdan constantemente que
Finlandia se unió a la OTAN. Creo que esta vez quizás fue el DCA
el que desencadenó la situación", afirmó el presidente
finlandés, Sauli Niinistö, en vísperas de la decisión de cerrar
los cruces.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria
Zakharova, rechazó las palabras de Niinisto por considerarlas
"absolutamente infundadas".
Pero en abril, el Kremlin prometió tomar "contramedidas"
después de que Finlandia se uniera a la OTAN, calificando la
expansión de la alianza occidental como un "ataque a la
seguridad de Rusia".
"Nos hemos preparado para diferentes tipos de acciones, actos
maliciosos por parte de Rusia, por lo que la situación no es una
sorpresa", dijo el primer ministro finlandés Orpo.
"Queremos que este fenómeno" del flujo de irregulares "cese"
y "si la situación se extiende a otros pasos fronterizos y se
vuelve más difícil, tomaremos las medidas necesarias".
Mientras tanto, la OTAN seguirá de cerca la situación,
afirmó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
"Es demasiado pronto para decidir si se trata de una
cuestión que debe abordarse a nivel de los aliados, pero
permanecemos alerta" ante el riesgo de un ataque híbrido,
subrayó. (ANSA).
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