(ANSA) - PARIS, 12 NOV - Una marea humana para reafirmar los
valores de la República y decir no al antisemitismo: más de
182.000 personas marcharon hoy en París y en unas 70 ciudades
más de Francia en el marco de la gran marcha cívica contra el
antisemitismo, iniciativa promovida por los presidentes de la
Cámara y del Senado, Yael Braun-Pivet y Gérard Larcher, tras la
explosión de actos antijudíos tras el ataque de Hamás a Israel
el 7 de octubre.
La procesión parisina -según los datos de la prefectura,
105.000 manifestantes salieron a las calles de la capital-
partió poco después de las 15 horas desde la Explanada de los
Inválidos, a un paso de la Asamblea Nacional, sede de la cámara
baja, para llegar a la sede de Senado, detrás del lema "Pour la
République, contra el antisemitismo", único lema de la
procesión.
En la misma participaron, entre otros, la Primera Ministra
Elisabeth Borne, los expresidentes Nicolas Sarkozy y François
Hollande y una buena parte del mundo político alineado de manera
bipartidista contra el regreso de la bestia inmunda.
A pesar de las polémicas y distinciones de los últimos
días, la Asamblea Nacional de Marine Le Pen también estuvo
presente en la plaza, mientras que Francia Insumisa de Jean-Luc
Mélenchon boicoteó la iniciativa.
Desde el 7 de octubre, Francia tuvo que hacer frente a un
auge sin precedentes de actos antisemitas: 1.247 en sólo un mes,
frente a 436 en todo 2022.
"Un país en el que nuestros hermanos judíos tienen miedo no
es Francia", advirtió el presidente, Emmanuel Macron, que en una
carta abierta publicada para la ocasión por Le Parisien condenó
lo que llamó "un retorno del antisemitismo salvaje" en el país.
"Ya sea religioso, social, identitario o racial, el
antisemitismo es siempre lo que Emile Zola definió como odioso",
escribió el jefe de Estado con vistas a la marcha que, según
esperaba Macron, tenía como objetivo mostrar una Francia "unida
detrás de sus valores y su universalismo".
El objetivo parece haberse logrado. Hoy parece ser la mayor
movilización contra el antisemitismo jamás vista más allá de los
Alpes desde la marcha de protesta contra la profanación de un
cementerio judío en Carpentras en 1990, y muchos hablan de un
"día histórico".
"Frente al antisemitismo, lo peor para los judíos es
sentirse solos. Con esta movilización, hoy se derrumbó un muro",
comentó el presidente del consejo representativo de los judíos
de Francia, Yonathan Arfi, "tranquilizado por la idea de que hay
gente en Francia que entendió lo que estaba sucediendo: estos
actos antisemitas no sólo amenazan a los judíos sino a toda la
sociedad".
Lo único que lamentó Arfi fue la ausencia de Macron en la
procesión, lo que "habría hecho este evento aún más histórico".
Manifestaciones similares se celebraron en más de 70
ciudades de la República, entre ellas Marsella (7.500 personas),
Estrasburgo (5.000), Grenoble (3.700), Burdeos (3.500), Niza
(3.000), Lyon (3.000), Nantes (2.000) y La Rochela (2.000).
Entre los lemas coreados a lo largo de la marcha parisina
-que transcurrió por el Boulevard Saint-Germain entre banderas
francesas e incluso algunas banderas de Israel y de la Unión
Europea-, "Nada justifica el odio", "Faites l'amour, pas la
haine" ('Hacer amar, no odiar'), pero también muchos aplausos
espontáneos e himnos marselleses.
Para la ocasión, el ministro del Interior, Gérald Darmanin,
desplegó más de 3.000 agentes, entre gendarmes y la Policía
Nacional.
En Francia, marcada por la alerta terrorista, también se
desplegaron unidades de élite como la BRI, con el objetivo de
detener a cualquier individuo que quisiera atacar a los
manifestantes. Pero, afortunadamente, al final del día no se
registraron accidentes. Otro motivo de satisfacción. (ANSA).
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