El mandatario ucraniano intentó infundir así un nuevo optimismo en la nación, tras las preocupadas valoraciones con las que el jefe de las Fuerzas Armadas, Valeriy Zaluzhny, quien había hablado de una guerra de "posición y desgaste", lo cual podría beneficiar a Moscú.
En ese contexto, una nueva lluvia de drones rusos azotó anoche varias regiones de Ucrania, que teme mayores daños a sus infraestructuras de producción de energía, y por tanto de luz y calefacción, cuando el conflicto ingresa en un nuevo invierno.
El Estado Mayor de Kiev anunció que se lanzaron 38 vehículos aéreos no tripulados y un misil de crucero Kh-59.
Estos últimos y 24 drones fueron derribados, pero Zelensky admitió que algunos otros lograron sus objetivos, particularmente en la región nororiental de Járkov.
Y una "infraestructura crítica" no especificada en la región occidental de Lviv, a sólo 70 kilómetros de la frontera polaca, fue alcanzada cinco veces, según anunció el jefe de la administración regional.
"A medida que se acerca el invierno -comentó el presidente ucraniano- los terroristas rusos intentarán causar más daños.
Responderemos al enemigo. ¡Con fuerza!".
Pero su asesor Mykhailo Podolyak admitió lo que llamó "todas las dificultades en la fase actual de la guerra".
Dificultades que para los dirigentes ucranianos sólo podrán superarse con un aumento del suministro de armas occidentales.
Y la ministra de Defensa holandesa, Kajsa Ollongren, anunció un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 500 millones de euros durante una visita de dos días a Ucrania.
Moscú afirma periódicamente que ningún nuevo suministro de armas occidentales podrá cambiar el curso del conflicto, lo que considera decididamente a su favor.
Occidente pretendía "derrotar a Rusia en el campo de batalla", pero "ahora canta una canción diferente", manifestó el presidente ruso, Vladimir Putin.
En tanto, el Ministerio de Defensa afirmó que sólo en la última semana fueron eliminados 3.755 soldados ucranianos, junto con 21 tanques y diez aviones y helicópteros.
El ministerio añadió que 28 soldados ucranianos "se rindieron voluntariamente para no morir en ataques suicidas".
Mientras, un senador local denunció la muerte de siete civiles y heridas a otros siete en un bombardeo de las fuerzas ucranianas contra las oficinas de un fondo de pensiones y un centro de empleo en la región meridional de Jerson.
El incidente supuestamente ocurrió en el pueblo de Chaplinka, ubicado en la parte de la región controlada por los rusos.
En el plano político, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, afirmó que Zelensky está "sopesando los pros y los contras" de la posible organización de elecciones presidenciales, teóricamente previstas para marzo de 2024 -al mismo tiempo que las rusas-, a pesar de la ley marcial y los demás "desafíos prácticos" impuestos por el conflicto.
El ex asesor presidencial Oleksi Arestovich, una figura popular, ya anunció que tiene la intención de desafiar a Zelensky al presentarse como candidato.
Entre los puntos de su programa está la propuesta de que Ucrania se incorpore a la OTAN a cambio de renunciar a la reconquista militar de los territorios ocupados por los rusos, dejando que su futuro sea objeto de negociaciones.
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