(ANSA) - MOSCU, 03 NOV - "Rusia está perdiendo gradualmente
el control del Mar Negro y retrocediendo hacia la parte oriental
de la masa de agua. Nosotros también llegaremos allí", aseguró
hoy, con confianza y en un mensaje en video, el presidente
ucraniano, Volodimir Zelensky.
El mandatario ucraniano intentó infundir así un nuevo
optimismo en la nación, tras las preocupadas valoraciones con
las que el jefe de las Fuerzas Armadas, Valeriy Zaluzhny, quien
había hablado de una guerra de "posición y desgaste", lo cual
podría beneficiar a Moscú.
En ese contexto, una nueva lluvia de drones rusos azotó
anoche varias regiones de Ucrania, que teme mayores daños a sus
infraestructuras de producción de energía, y por tanto de luz y
calefacción, cuando el conflicto ingresa en un nuevo invierno.
El Estado Mayor de Kiev anunció que se lanzaron 38 vehículos
aéreos no tripulados y un misil de crucero Kh-59.
Estos últimos y 24 drones fueron derribados, pero Zelensky
admitió que algunos otros lograron sus objetivos,
particularmente en la región nororiental de Járkov.
Y una "infraestructura crítica" no especificada en la región
occidental de Lviv, a sólo 70 kilómetros de la frontera polaca,
fue alcanzada cinco veces, según anunció el jefe de la
administración regional.
"A medida que se acerca el invierno -comentó el presidente
ucraniano- los terroristas rusos intentarán causar más daños.
Responderemos al enemigo. ¡Con fuerza!".
Pero su asesor Mykhailo Podolyak admitió lo que llamó
"todas las dificultades en la fase actual de la guerra".
Dificultades que para los dirigentes ucranianos sólo podrán
superarse con un aumento del suministro de armas occidentales.
Y la ministra de Defensa holandesa, Kajsa Ollongren, anunció
un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 500 millones de
euros durante una visita de dos días a Ucrania.
Moscú afirma periódicamente que ningún nuevo suministro de
armas occidentales podrá cambiar el curso del conflicto, lo que
considera decididamente a su favor.
Occidente pretendía "derrotar a Rusia en el campo de
batalla", pero "ahora canta una canción diferente", manifestó el
presidente ruso, Vladimir Putin.
En tanto, el Ministerio de Defensa afirmó que sólo en la
última semana fueron eliminados 3.755 soldados ucranianos, junto
con 21 tanques y diez aviones y helicópteros.
El ministerio añadió que 28 soldados ucranianos "se
rindieron voluntariamente para no morir en ataques suicidas".
Mientras, un senador local denunció la muerte de siete
civiles y heridas a otros siete en un bombardeo de las fuerzas
ucranianas contra las oficinas de un fondo de pensiones y un
centro de empleo en la región meridional de Jerson.
El incidente supuestamente ocurrió en el pueblo de
Chaplinka, ubicado en la parte de la región controlada por los
rusos.
En el plano político, el ministro de Asuntos Exteriores
ucraniano, Dmytro Kuleba, afirmó que Zelensky está "sopesando
los pros y los contras" de la posible organización de elecciones
presidenciales, teóricamente previstas para marzo de 2024 -al
mismo tiempo que las rusas-, a pesar de la ley marcial y los
demás "desafíos prácticos" impuestos por el conflicto.
El ex asesor presidencial Oleksi Arestovich, una figura
popular, ya anunció que tiene la intención de desafiar a
Zelensky al presentarse como candidato.
Entre los puntos de su programa está la propuesta de que
Ucrania se incorpore a la OTAN a cambio de renunciar a la
reconquista militar de los territorios ocupados por los rusos,
dejando que su futuro sea objeto de negociaciones. (ANSA).
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