(ANSA) - BELGRADO, 03 NOV - El jefe del servicio secreto
serbio (BIA), Aleksandar Vulin, anunció hoy su dimisión, y
denunció la continua presión internacional sobre Belgrado.
En unas declaraciones difundidas hoy por los medios de
comunicación, Vulin -que fue ministro del Interior y de Defensa
y que mantiene posiciones fuertemente nacional-patrióticas y
prorrusas- justificó su decisión en el hecho de que "Estados
Unidos y la Unión Europea piden su cabeza como condición para no
imponer sanciones a Serbia".
"No soy la causa del chantaje y la presión sobre Serbia y el
mundo serbio, pero no quiero permitirme convertirme en un
pretexto para el chantaje y la presión sobre Serbia y el mundo
serbio", dijo Vulin, para quien Serbia y el el presidente
Aleksandar Vucic son objeto de amenazas y chantajes sólo
comparables al ultimátum austrohúngaro de 1914.
"Nos piden que reconozcamos a Kosovo, que abandonemos la
República Srpska y que dejemos de ser un país soberano
imponiendo sanciones a la Federación Rusa, Si aceptáramos todo
esto, la próxima exigencia sería la prohibición de las
inversiones chinas, la dependencia económica y tecnológica
incondicional con Occidente y la continuación de la
desintegración política y territorial de Serbia con la
aceptación de los valores occidentales en los que no hay lugar
para la familia tradicional y la nación tradicional y, en última
instancia, para la justicia social", añadió Vulin en su
comunicado de dimisión.
En los últimos meses Estados Unidos le impuso sanciones por
su presunta implicación en corrupción y tráfico de drogas. En
este sentido, Vulin señaló hoy que las sanciones contra él son
una demostración de su "perseverancia en la lucha por la unidad
de los serbios". "Mi dimisión no cambiará la política de la UE y
de EEUU hacia Serbia, pero frenará nuevas peticiones y
chantajes. Mi sacrificio es pequeño en comparación con la
grandeza de lo sagrado que defiendo", concluyó Vulin. (ANSA).
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