(ANSA) - NUEVA YORK 2 NOV - Estados Unidos impuso una serie
de sanciones contra personas y empresas en Turquía, China y los
Emiratos Árabes Unidos acusadas de ayudar a Rusia en su invasión
sobre Ucrania.
Se trata de ayuda realizada mediante el envío de bienes
civiles y militares a Moscú.
"Rusia ha subcontratado la producción de tecnología, equipos
y otros bienes que necesita para su ejército, dependiendo de
proveedores de otros países para adquirir estos materiales",
explicó el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Las últimas sanciones afectan a 130 nuevos objetivos.
Entre ellos se encuentra el ciudadano turco Berk Turken por
su papel en una red de adquisiciones con vínculos con los
servicios de inteligencia rusos, además de una red con sede en
los Emiratos Arabes Unidos por su presunta participación en la
financiación ilícita de la Rusia rusa.
Las sanciones también apuntan a la base industrial interna
de Rusia, alegando que Moscú la ha reorientado "para asegurar
que la máquina de guerra pueda sostenerse por sí misma".
Otro ámbito son los servicios financieros, con sanciones
introducidas contra siete bancos con sede en Rusia.
El Departamento de Estado de Estados Unidos, por su parte,
ha emitido casi 100 sanciones dirigidas a áreas como la futura
producción de energía y los ingresos energéticos de Rusia,
además de los sectores de la minería y los metales, así como las
adquisiciones de Defensa.
A su vez, el Departamento de Comercio anunció que había
sancionado a 13 entidades (12 en Rusia y una en Uzbekistán) por
apoyar al ejército ruso mediante la adquisición, desarrollo y
proliferación de drones rusos.
En septiembre Estados Unidos había anunciado una primera
tanda de sanciones contra más de 150 empresas y personas desde
Rusia hasta Turquía, los Emiratos Árabes Unidos y Georgia para
intentar acabar con la evasión y negar al Kremlin el acceso a
tecnología, dinero y los canales financieros que alimentan la
guerra en Ucrania.
Ese fue el paquete de sanciones más grande de los
Departamentos de Estado y del Tesoro contra personas y empresas
en países, especialmente en Turquía -un miembro de la OTAN- que
venden tecnología occidental a Rusia que podría usarse para
reforzar su esfuerzo bélico.
El paquete también apunta a obstaculizar el desarrollo del
sector energético de Rusia y futuras fuentes de efectivo,
incluidos los proyectos de gas natural en el Artico, así como la
minería y las fábricas que producen y reparan armas rusas.
(ANSA).
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