(ANSA) - ROMA, 22 OTT - Otra masacre más de civiles en
Ucrania: esta vez seis trabajadores postales murieron bajo las
bombas, asesinados el sábado por la tarde por un misil ruso que
impactó en un centro de clasificación en Kharkiv.
Una avalancha de fuego también azotó la región de Jersón,
donde también fueron destruidas una escuela secundaria y una
iglesia, afortunadamente vacías en ese momento.
"Una vez más, de la noche a la mañana, hemos sido testigos
de las horribles imágenes de la violencia rusa contra los
civiles en Ucrania, el desprecio del Kremlin por la vida es
visible para todo el mundo", tronó la embajadora de Estados
Unidos en Ucrania, Bridget Brink, tras el misil que provocó una
masacre en el centro postal Nova Poshta, en la región
nororiental de Járkov.
El lugar fue alcanzado al parecer por dos misiles S-300.
Murieron seis trabajadores, todos de entre 19 y 42 años.
Al balance se suman 16 heridos, algunos de los cuales luchan
"entre la vida y la muerte".
Las sirenas antimisiles sonaron "momentos antes del ataque",
pero los empleados del centro de clasificación no tuvieron
tiempo de llegar a los refugios antiaéreos, explicó una nota de
la empresa.
Y en un ataque sin precedentes sobre la región de Jersón, en
el sur, cerca de Crimea, donde se lanzaron cerca de 36 misiles,
al menos 30 edificios resultaron dañados en Stanislav.
"La escuela secundaria, los negocios, la iglesia y el
edificio de una empresa de servicios públicos fueron destruidos.
Fueron alcanzados la línea eléctrica y el gasoducto", dijo el
jefe de la administración militar regional, Alexander Prokudin.
Pero si Kiev llora, Moscú no ríe: desde el comienzo de la
invasión de Ucrania "es probable que Rusia haya sufrido entre
150.000 y 190.000 pérdidas, entre muertos y heridos
permanentes", estimó el ministerio de Defensa británico en su
informe diario de inteligencia.
A estos se suman los heridos destinados a regresar al campo
de batalla, que serían "240.000-290.000 unidades", escribieron
los agentes del servicio secreto británico.
Los datos, explicó la inteligencia británica, no incluyen
"al Grupo Wagner y sus batallones de prisioneros que lucharon en
Bakhmut".
Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky,
agradeció a Qatar "por su asistencia humanitaria y su importante
papel de mediación para traer a casa a los niños ucranianos
deportados ilegalmente y trasladados por la fuerza".
Cuatro niños de entre 2 y 17 años regresaron a casa la
semana pasada gracias al acuerdo con Moscú mediado por Doha.
Pero el líder ucraniano denunció que hay "unos 20.000 niños
secuestrados, es una cifra aterradora, pero el número real es
aún mayor. Por lo tanto, debemos continuar por este camino.
Estamos dispuestos a una mayor coordinación y cooperación".
Zelensky, en conversación telefónica con el emir Tamim Bin
Hamad al Thani, reiteró luego la importancia "de la
participación de las naciones del Golfo en la Fórmula de Paz",
apreciando la voluntad de Qatar de participar en la reunión de
Malta, prevista para la próxima semana. (ANSA).
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