Una avalancha de fuego también azotó la región de Jersón, donde también fueron destruidas una escuela secundaria y una iglesia, afortunadamente vacías en ese momento.
"Una vez más, de la noche a la mañana, hemos sido testigos de las horribles imágenes de la violencia rusa contra los civiles en Ucrania, el desprecio del Kremlin por la vida es visible para todo el mundo", tronó la embajadora de Estados Unidos en Ucrania, Bridget Brink, tras el misil que provocó una masacre en el centro postal Nova Poshta, en la región nororiental de Járkov.
El lugar fue alcanzado al parecer por dos misiles S-300.
Murieron seis trabajadores, todos de entre 19 y 42 años.
Al balance se suman 16 heridos, algunos de los cuales luchan "entre la vida y la muerte".
Las sirenas antimisiles sonaron "momentos antes del ataque", pero los empleados del centro de clasificación no tuvieron tiempo de llegar a los refugios antiaéreos, explicó una nota de la empresa.
Y en un ataque sin precedentes sobre la región de Jersón, en el sur, cerca de Crimea, donde se lanzaron cerca de 36 misiles, al menos 30 edificios resultaron dañados en Stanislav.
"La escuela secundaria, los negocios, la iglesia y el edificio de una empresa de servicios públicos fueron destruidos.
Fueron alcanzados la línea eléctrica y el gasoducto", dijo el jefe de la administración militar regional, Alexander Prokudin.
Pero si Kiev llora, Moscú no ríe: desde el comienzo de la invasión de Ucrania "es probable que Rusia haya sufrido entre 150.000 y 190.000 pérdidas, entre muertos y heridos permanentes", estimó el ministerio de Defensa británico en su informe diario de inteligencia.
A estos se suman los heridos destinados a regresar al campo de batalla, que serían "240.000-290.000 unidades", escribieron los agentes del servicio secreto británico.
Los datos, explicó la inteligencia británica, no incluyen "al Grupo Wagner y sus batallones de prisioneros que lucharon en Bakhmut".
Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, agradeció a Qatar "por su asistencia humanitaria y su importante papel de mediación para traer a casa a los niños ucranianos deportados ilegalmente y trasladados por la fuerza".
Cuatro niños de entre 2 y 17 años regresaron a casa la semana pasada gracias al acuerdo con Moscú mediado por Doha.
Pero el líder ucraniano denunció que hay "unos 20.000 niños secuestrados, es una cifra aterradora, pero el número real es aún mayor. Por lo tanto, debemos continuar por este camino.
Estamos dispuestos a una mayor coordinación y cooperación".
Zelensky, en conversación telefónica con el emir Tamim Bin Hamad al Thani, reiteró luego la importancia "de la participación de las naciones del Golfo en la Fórmula de Paz", apreciando la voluntad de Qatar de participar en la reunión de Malta, prevista para la próxima semana.
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