(ANSA) - KIEV, 14 OTT - Caen las bombas, la artillería pesada
insiste desde tierra. Es el quinto día consecutivo de ataques
rusos contra Avdiivka, una ciudad de Donetsk que se ha
convertido en el objetivo de lo que el portavoz del Consejo de
Seguridad estadounidense, John Kirby, definió como una "nueva
ofensiva".
Una medida que confirmaría la voluntad de Moscú de no
abandonar su operación a gran escala, limitándose a defender las
posiciones adquiridas por la contraofensiva ucraniana. Para el
embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, "la llamada
contraofensiva ucraniana puede considerarse concluida".
En el frente oriental, la situación es difícil, como admiten
los propios jefes militares en Kiev. Los combates en el noreste
de Ucrania han "empeorado significativamente", especialmente en
la zona de Lyman y Kupyansk, y "continúan intensos combates" con
decenas de asaltos diarios, según informó el comandante de las
fuerzas terrestres, general Oleksandr Syrskyi.
A pesar de los obstáculos, las fuerzas ucranianas "están
preparadas" y "están dando al enemigo una respuesta digna",
afirma Syrskyi, pero es innegable que el impulso de la
contraofensiva ucraniana está disminuyendo. Y pronto llegarán
las lluvias y el invierno para complicar más las estrategias de
Kiev.
Sin embargo, incluso Moscú está luchando por lograr grandes
avances a pesar de sus esfuerzos. Para los rusos, Avdiivka sería
un trofeo a exhibir en casa para mejorar la moral de las tropas
y mantener bajo control la creciente intolerancia de la sociedad
civil. Se trataría de una conquista simbólica, dado que la
ciudad fue protagonista de la resistencia ucraniana desde las
primeras etapas del avance ruso en el este, pero también
militar.
Las fuerzas de Moscú intentan capturar el bastión para
impedir que el ejército de Kiev "controle una sección muy
importante del frente cerca de Donetsk" y porque "entienden que
si capturan los Altos de Avdiivka, les resultará más fácil
llegar a Pokrovsk" y otros asentamientos, como explicó el jefe
de la administración militar, Vitaly Barabash. Por el momento,
sin embargo, "no han conseguido tomar ninguna posición
estratégica".
Aunque en los últimos días las fuerzas rusas han "avanzado al
sur de Krasnohorivka (5 km al norte de Avdiivka) y al sureste de
Pervomaiske (11 km al suroeste de Avdiivka)" para un total de
4,5 kilómetros cuadrados, el Instituto para el Estudio de Guerra
afirma que ayer la ofensiva en esa dirección sufrió importantes
"reveses".
Sin embargo, la ciudad sigue rodeada y se ha bloqueado la
ayuda humanitaria para las 1.620 personas que permanecen en el
asentamiento. Antes de la guerra vivían allí más de 32.000
personas.
Muchos escaparon, muchos murieron. Una masacre de civiles que
continúa y afecta incluso a los más jóvenes. En Donetsk, un niño
de 11 años murió y su hermano de seis resultó herido en un
ataque con misiles lanzado por los rusos. Otras muertes se
registraron en Jérson y Beryslav. (ANSA).
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