(ANSA) - MOSCU, 12 OTT - La presencia militar rusa como
garante de la estabilidad en Asia central: este es el tema de la
visita de Vladimir Putin a Kirguistán, estrecho aliado de Moscú
y meta del primer viaje al exterior del mandatario ruso luego de
la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional
(CPI) por crímenes de guerra en Ucrania por la deportación de
niños.
La semana próxima, Putin es esperado en Pekín por el
presidente Xi Jinping. Ni Kirguistán ni China (como del resto
Estados Unidos) adhieren a la CPI y, por consiguiente, no están
legalmente obligados a dar cumplimiento a la orden de arresto.
Hoy, en tanto, en un mensaje enviado al líder norcoreano Kim
Jong-un por el 75° aniversario de la instauración de las
relaciones diplomáticas, Putin se dijo confiado en que "la
constructiva cooperación bilateral será ulteriormente
desarrollada".
El presidente ruso había recibido a Kim el mes pasado
durante una visita de este último a la región del Extremo
oriente urso, y aceptó su invitación de visitar Pyongyang aunque
no existe aún una fecha precisa.
Putin, junto con el presidente kirguís, Sadyr Japarov,
participó en una ceremonia que tuvo lugar en la base aérea rusa
de Kant para celebrar el 20° aniversario de su apertura.
La base "desarrolla con éxito su tarea de contener las
amenazas terroristas y extremistas", afirmó Japarov, después de
que Putin recordara que la instalación militar fue inaugurada a
pedido de Biskek en 2003 para hacer frente a los riesgos de
inestabilidad que azotaban a la totalidad de la región
centro-asiática en plena guerra de Afganistán.
La base, dijo incluso Putin, "garantiza la seguridad y
estabilidad para la entera región de Asia central y para la
lucha contra amenazas como el terrorismo, el extremismo, el
tráfico de drogas y el crimen organizado".
Las conversaciones de hoy -remarcó el presidente ruso- se
centraron en la "expansión de la cooperación bilateral en las
esferas militar y técnico-militar".
La visita, entre otras cosas, tiene lugar luego de que el
Parlamento kirguís aprobó un proyecto para la creación de un
sistema de defensa aérea conjunto con Rusia, y mientras en el
territorio del país están en curso maniobras militares de la
Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO), una
alianza militar en la que participan a más de Rusia y
Kirguistán, cuatro ex Repúblicas soviéticas: Bielorrusia,
Armenia, Tayikistán y Kazajstán.
En cuanto a los aspectos económicos, la parte rusa hizo
saber que serán firmados contratos por un valor total de 3.500
millones de dólares entre los dos países cuyo intercambio
comercial sumó el año pasado unos 3.400 millones.
De gran importancia para los esfuerzos de Rusia, en su afán
de mantener su influencia en la esfera ex soviética, será la
cumbre de mañana en Biskek de la Comunidad de Estados
Independientes (CSI) que agrupa a nueve de las quince ex
Repúblicas soviéticas.
En la reunión no participará Armenia, en desacuerdo con
Moscú, a la que acusa de no haber frenado la ofensiva con la que
Azerbaiyán retomó, en setiembre, el control del enclave armenio
de Nagorno-Karabaj, en su territorio, no obstante la presencia
de 2.000 soldados rusos de las operaciones de paz.
Por su parte, Rusia acusó a Erevan de favorecer la
penetración militar en el Cáucaso de Estados unidos luego de
ejercicio militares conjuntos con tropas norteamericanas en
Armenia.
Exacerbó además las tensiones la decisión armenia de adherir
a la CPI, reconociendo, en consecuencia, la validez de la orden
de arresto de Putin. El presidente ruso, en cambio, se reunió
hoy con el presidente el país enemigo de Armenia, el azerí Ilham
Aliyev. (ANSA).
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