Las autoridades italianas reforzaron la seguridad en las zonas pobladas por la comunidad judía, especialmente en los "guetos" históricos de Venecia y Roma, tras el atentado lanzado por el grupo fundamentalista Hamás contra Israel y la escalada de violencia en la región.
El Ministerio del Interior reforzó la presencia policial en barrios judíos y zonas "sensibles" del país, que ya contaban desde hace años con puestos de vigilancia militar.
El gueto de Venecia, el más antiguo de Europa con más de 500 años de antigUedad, cuenta con una presencia policial reforzada desde el pasado sábado, cuando comenzó el conflicto en Israel, después de que se llamara urgentemente a la Comisión Provincial de Orden Público y Seguridad.
"¿Cómo está la situación? No hay nadie, la calle está desierta", dijo un comerciante. El propietario de una de las tiendas de recuerdos de la zona subrayó que "el aire que se respira es el mismo de siempre, aunque se vea un aumento de los controles".
La cuestión de la seguridad causó división entre los residentes de la zona: algunos comerciantes notaron un aumento del número de policías presentes en la zona, mientras que para otros el número de agentes sigue siendo el mismo.
"No cambió nada, si hubiera más soldados aumentaría la preocupación, pero todo está tranquilo", afirmó Gino, a pesar de que un helicóptero de la policía sobrevuela la zona.
El pasado lunes, el alcalde de Venecia, Michele de Bari, subrayó que las autoridades trabajan "para que el gueto sea seguro para todas las personas que viven allí".
Según él, la policía "está controlando la situación día a día, con la ayuda de la comunidad judía, para darse cuenta de a qué es mejor prestar atención".
Las sinagogas permanecen abiertas, pero con guardias de seguridad en las puertas, al igual que el museo.
"Siempre trabajamos con la preocupación de que pueda pasar algo, sabemos que es una zona de riesgo", dijo un guía.
El alcalde de Roma, Lamberto Giannini, ordenó "máxima atención" en los barrios judíos, donde la alerta ya era máxima a raíz del atentado contra una sinagoga en 1982.
También se decretó una mayor vigilancia en otras partes de Italia, como Milán, Trieste, Florencia, Turín, Nápoles y Traini.
Estas dos últimas ciudades cuentan con las comunidades más numerosas del sur del país.
Previamente, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, visitó por sorpresa la Sinagoga de Roma, en la capital del país, y pidió "intensificar la protección de los ciudadanos de religión judía" porque "el riesgo de emulación de los actos criminales de Hamás podría llegar también hasta aquí".
"Estoy aquí para decir que defenderemos a estos ciudadanos de toda forma de antisemitismo", concluyó.
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