(ANSA) - NUEVA YORK, 08 OTT - Estados Unidos desplegó buques
y aviones cazas en el Mediterráneo oriental y un nuevo paquete
sustancial de armas y municiones para afrontar el ataque
sorpresivo de Hamas.
El gobierno del presidente Joe Biden está dispuesto a hacer
su parte en apoyo a Israel, el mayor aliado de Estados Unidos en
Oriente Medio, que se enfrenta -en palabras del Secretario de
Estado, Antony Blinken- a "el peor ataque desde la guerra de Yom
Kippur", en el que entre otras cosas, también hay víctimas y
rehenes estadounidenses.
Reiterando su apoyo al Estado judío y condenando una vez más
el terrorismo, Biden aseguró al primer ministro, Benjamín
Netanyahu, que "más ayuda está en camino y nueva ayuda llegará
en los próximos días".
De hecho, los primeros suministros deberían llegar pronto a
Israel, cerca de donde se desplegarán el portaaviones Gerald R.
Ford, así como el G-16 y el F-35.
Al anunciar el paquete de ayuda, el jefe del Pentágono,
Lloyd Austin, habló de equipos y municiones, sin entrar en
detalles.
El ministerio de Defensa israelí presentó a Austin una lista
inicial de solicitudes, incluidas municiones para los aviones,
que fue examinada por las autoridades estadounidenses en las
últimas 24 horas.
Un examen que se debe en parte a la necesidad de evitar el
caos del Congreso que, sin un presidente en la Cámara, podría
haber retrasado las ayudas.
De hecho, el paquete definido por la administración Biden no
requiere fondos adicionales del Congreso, puesto que las armas
ya se encuentran en los arsenales estadounidenses disponibles o
ya han sido pagadas con recursos aprobados en el pasado.
Es probable que parte de las armas procedan de los arsenales
estadounidenses en Israel, a los que el país sólo puede acceder
en caso de emergencia.
A pesar de la ayuda masiva a Ucrania, Washington sigue
disponiendo de un arsenal adecuado para satisfacer las
necesidades del aliado, también porque los dos países utilizan
sistemas de armamento diferentes y, por tanto, sus demandas,
según explicaron fuentes del Pentágono, no entran en conflicto.
En primera línea para tejer la tela diplomática en Medio
Oriente con el fin de rebajar la tensión y evitar que el
enfrentamiento se extienda aún más, Blinken también dio
instrucciones al personal del Departamento de Estado para que
comprobara la situación de sus compatriotas en Israel.
Al parecer, varios estadounidenses murieron en los
enfrentamientos (al menos cuatro, según la prensa
norteamericana), mientras que otros permanecen retenidos como
rehenes en Gaza.
En medio del torbellino de llamadas telefónicas con los
líderes de Medio Oriente y otros países, el jefe de la
diplomacia estadounidense -en una serie de entrevistas con las
principales cadenas- eludió las polémicas sobre el fallo de la
inteligencia israelí, y quizá también de la estadounidense.
Señalando, sin embargo, que por el momento no parece haber
pruebas de la implicación directa de Irán en el atentado de
Hamas.
Es precisamente Teherán quien está agitando la política
estadounidense, con Biden abrumado por las críticas por los
6.000 millones entregados a Irán a cambio de la liberación de
cinco rehenes estadounidenses.
Una acusación a la que se han sumado principalmente los
candidatos republicanos para 2024, en primer lugar Donald Trump.
El estribillo con el que el expresidente atacó a Biden es el
mismo que utilizó para Ucrania: "Conmigo no habría pasado",
sentenció el magnate. (ANSA).
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. © COPYRIGHT ANSA