(ANSA) - VENECIA 4 OCT - Una tarea difícil y lamentable
enfrentan los médicos e investigadores italianos en las morgues
de los hospitales para poner nombre a las 21 víctimas del
accidente vial de un autobús en Mestre, cerca de Venecia.
"Estamos ante una masacre de jóvenes", dijeron anoche,
bajo el paso elevado de Vempa, los socorristas que habían
extraído los cuerpos, carbonizados o destrozados, del autobús
que cayó desde una altura de diez metros y que se incendió tras
el impacto contra el suelo. Y a medida que pasan las horas, esa
primera impresión encuentra mayor confirmación.
Entre las víctimas, todas ellas extranjeras, a excepción de
Alberto Rizzotto, el conductor de 40 años que también murió en
el accidente, muchas eran muy jóvenes.
El cuerpo más pequeño es el de un niño de aproximadamente un
año y medio: los médicos aún no pudieron establecer una edad
determinada. Otro es el de una niña de 11 o 12 años, y luego
están los cuerpos de dos mujeres jóvenes de 28 y otra de 30
años. Pero estas son sólo las víctimas que ya fueron
identificadas, 8 muertos de un total de 21: cuatro ciudadanos
ucranianos, una mujer croata, un alemán, el conductor italiano y
otra persona que debería ser ucraniana.
Entre los heridos se encuentran dos hermanitos de 13 y 3
años: se encuentran entre los ingresados en el hospital de
Treviso.
Según las primeras informaciones, su joven madre, una
austriaca, estaría entre los fallecidos.
El coordinador regional del Suem 118, Paolo Rosi, y el
prefecto de Venecia, Michele Di Bari, actualizan hora tras hora
la lista de turistas que perdieron la vida en el transbordador
que hacía el trayecto entre el "Hu Camping" de Marghera y
Venecia.
Pero los nombres no se hicieron públicos por ahora, porque
es posible que algunas familias, repartidas por Ucrania,
Croacia, Alemania, España y Francia, aún no se hayan enterado de
la suerte de sus seres queridos que estaban de vacaciones en
Italia.
Un recuento complicado, por tanto, que probablemente requerirá
la respuesta de análisis genéticos para llegar a determinados
nombres y edades.
Así lo confirmó el fiscal jefe de Venecia, Bruno Cherchi.
"Dar una identidad a las víctimas -dijo- es difícil. Muchos
no tenían documentos consigo. Hay familiares que ya llegaron a
la ciudad, pero es difícil dar nombres con certeza. Por eso di
la tarea a la medicina forense, pero también para la policía
científica, para que, en caso necesario, se puedan utilizar
pruebas de ADN. Pero esperamos, a mañana, poder identificarlos a
todos".
En cuanto a posibles autopsias a las víctimas, el magistrado
explicó que en un futuro próximo se tomará una decisión pero es
muy probable que no se realicen las pruebas.
"Aparte de la del conductor -concluyó- las demás no parecen
necesarias dadas las heridas por aplastamiento. Nuestra
intención es devolver los cadáveres a los familiares lo antes
posible". (ANSA).
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