"Estamos ante una masacre de jóvenes", dijeron anoche, bajo el paso elevado de Vempa, los socorristas que habían extraído los cuerpos, carbonizados o destrozados, del autobús que cayó desde una altura de diez metros y que se incendió tras el impacto contra el suelo. Y a medida que pasan las horas, esa primera impresión encuentra mayor confirmación.
Entre las víctimas, todas ellas extranjeras, a excepción de Alberto Rizzotto, el conductor de 40 años que también murió en el accidente, muchas eran muy jóvenes.
El cuerpo más pequeño es el de un niño de aproximadamente un año y medio: los médicos aún no pudieron establecer una edad determinada. Otro es el de una niña de 11 o 12 años, y luego están los cuerpos de dos mujeres jóvenes de 28 y otra de 30 años. Pero estas son sólo las víctimas que ya fueron identificadas, 8 muertos de un total de 21: cuatro ciudadanos ucranianos, una mujer croata, un alemán, el conductor italiano y otra persona que debería ser ucraniana.
Entre los heridos se encuentran dos hermanitos de 13 y 3 años: se encuentran entre los ingresados en el hospital de Treviso.
Según las primeras informaciones, su joven madre, una austriaca, estaría entre los fallecidos.
El coordinador regional del Suem 118, Paolo Rosi, y el prefecto de Venecia, Michele Di Bari, actualizan hora tras hora la lista de turistas que perdieron la vida en el transbordador que hacía el trayecto entre el "Hu Camping" de Marghera y Venecia.
Pero los nombres no se hicieron públicos por ahora, porque es posible que algunas familias, repartidas por Ucrania, Croacia, Alemania, España y Francia, aún no se hayan enterado de la suerte de sus seres queridos que estaban de vacaciones en Italia.
Un recuento complicado, por tanto, que probablemente requerirá la respuesta de análisis genéticos para llegar a determinados nombres y edades.
Así lo confirmó el fiscal jefe de Venecia, Bruno Cherchi.
"Dar una identidad a las víctimas -dijo- es difícil. Muchos no tenían documentos consigo. Hay familiares que ya llegaron a la ciudad, pero es difícil dar nombres con certeza. Por eso di la tarea a la medicina forense, pero también para la policía científica, para que, en caso necesario, se puedan utilizar pruebas de ADN. Pero esperamos, a mañana, poder identificarlos a todos".
En cuanto a posibles autopsias a las víctimas, el magistrado explicó que en un futuro próximo se tomará una decisión pero es muy probable que no se realicen las pruebas.
"Aparte de la del conductor -concluyó- las demás no parecen necesarias dadas las heridas por aplastamiento. Nuestra intención es devolver los cadáveres a los familiares lo antes posible".
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