(ANSA) ROMA - Italia está cada vez más complicada cuando se trata de recibir ayuda de Europa para contener la avalancha de migrantes que no cesan de llegar a la isla de Lampedusa, como lo demuestran la reciente decisión de Francia de blindar sus fronteras, el rechazo de Polonia al plan propuesto por la Unión Europea y la advertencia de Alemania a cerrarse a la recepción de esos migrantes.
La reacción de Francia, que hasta lanzó un alerta antiterrorista, es, sin duda, la más impactante.
La fuerza antiterrorista se movilizó para hacer frente a la emergencia migratoria en la frontera con Italia en Ventimiglia.
En un centro de vacaciones en Sospel, en el lado francés de Val Roya, hay vehículos con la inscripción "Mission Vigipirate" y hace referencia a un plan de seguridad creado en 1978 por el entonces presidente de la República francesa, Valéry Giscard d'Estaing.
Una alerta antiterrorista que volvió a cobrar relevancia con los atentados de 2015 en París: en la redacción del periódico satírico Charlie Hebdo (7 de enero) y en el Bataclan (13 de noviembre). La estructura, cuyo acceso está prohibido a personas no autorizadas, alberga a los llamados "centinelas".
En los últimos días, las autoridades francesas intensificaron los controles en la parte de Val Roya bajo su jurisdicción, contra la posible llegada de inmigrantes a través de las vías que conectan Italia con Francia. También se reforzó la supervisión de los trenes, no solo en el trayecto Ventimiglia-Niza, sino también en las líneas Ventimiglia-Cuneo y Breil-Niza.
Por la mañana, un helicóptero francés, aparentemente perteneciente a la Aduana Transalpina, sobrevoló también la zona comprendida entre la frontera italo-francesa de Ponte San Ludovico y la anterior, de San Luigi, en Ventimiglia, donde se encontraban desplegados vehículos antiterroristas. La vigilancia desde arriba podría tener como objetivo controlar cualquier movimiento de migrantes.
En el lado francés de la frontera de Ponte San Ludovico, en Ventimiglia, comenzaron los trabajos para crear un centro de identificación de migrantes, donde las autoridades evaluarán la situación jurídica y sus eventuales solicitudes de asilo.
Algunos vehículos de construcción están trabajando en la limpieza de la zona, donde probablemente se instalarán tiendas de campaña.
Mientras tanto, el alcalde de Menton, Yves Juhel, precisó que "para hacer frente a la afluencia anunciada de inmigrantes irregulares, se podría poner a disposición del Estado y de los servicios de protección civil un terreno municipal junto al puesto fronterizo y los servicios de policía de fronteras".
Una situación transitoria que, según el alcalde, permitiría gestionar administrativamente a un centenar de adultos que intentan entrar en Francia sin permiso de residencia, para poder estudiar su solicitud.
"Serán sometidos a vigilancia, sin posibilidad de entrar y salir de nuestro territorio. Si su petición no es válida, serán devueltos a la frontera italiana", sostuvo.
Y agregó: "Menton desea preservar la identidad de su municipio, el entorno de vida de los mentonianos. Cualquier otra hipótesis constituiría una explotación de la cuestión de la inmigración ilegal, de la que la ciudad de Menton no tiene ni competencia ni responsabilidad".
Por su parte, el gobierno polaco aprobó una resolución sobre la situación en Lampedusa, "símbolo de la situación que amenaza a toda Europa, incluida Polonia". Así lo anunció el presidente del partido mayoritario Ley y Justicia (PiS), Jarosław Kaczyński, en una conferencia de prensa con el primer ministro, Mateusz Morawiecki.
"Según el Consejo de Ministros, las decisiones de la UE sobre reubicación, los 10 puntos presentados por la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, son un incentivo para la industria del tráfico de personas", afirmó Kaczyński, tras la visita de Von der Leyen a Lampedusa.
"El único método para combatir eficazmente este tipo de invasión - agregó - es sellar las fronteras y tomar decisiones sobre la repatriación de los inmigrantes a sus países de origen".
"Con esta resolución queremos dar una señal muy clara a la Comisión Europea y a todas las fuerzas políticas: no hay consenso sobre la inmigración ilegal en nuestro país", instó Morawiecki, y advirtió que "la UE podría parecerse a Lampedusa, si seguimos cometiendo los mismos errores".
También la oposición alemana se expresó sobre la situación de los migrantes que llegan a la isla italiana y contra la recepción en su territorio.
Un destacado exponente del Partido Demócrata Cristiano (CDU) criticó "las ofertas del gobierno federal alemán de acoger a los refugiados directamente desde la isla de Lampedusa", escribió el sitio web del periódico Die Welt, resumiendo las declaraciones de su secretario parlamentario, Thorsten Frei.
"En esta difícil fase, los ciudadanos esperan con razón que el gobierno federal no se pierda en acciones individuales frenéticas, sino que inicie un cambio de dirección en la política de asilo", dijo Frei al periódico "Rheinische Post".
"Muchas ciudades y municipios alemanes están completamente desbordados", escribió el sitio, resumiendo siempre las declaraciones de Frei.
Por su parte, un portavoz de la Oficina Estatal para Asuntos de Refugiados (LAF) advirtió que en la ciudad-región de Berlín "la capacidad de acogida es prácticamente nula".
Lo informó el sitio web del semanario Der Spiegel, destacando que todavía quedan 274 plazas disponibles en alojamiento compartido, mientras que, a 15 de septiembre, ya están ocupadas 31.889 plazas.
La CDU y su partido gemelo socialcristiano, el CSU, presentaron una moción al Bundestag, el Parlamento alemán, que pide una reducción de la inmigración ilegal, entre otras cosas, mediante un enfoque más severo de las expulsiones, informa Welt, precisando que el texto será se discutió el viernes.
"Alemania lleva años soportando el peso de esta crisis migratoria", afirmó Frei, recordando que en Italia, hasta junio, se habían presentado unas 62.000 solicitudes de asilo y "en Alemania, en cambio, 162.000".
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