"La Comisión es consciente y sigue estando muy preocupada por el aumento de las llegadas al Mediterráneo central y, en particular, a Italia". El ejecutivo comunitarios, después de haber alertado varias veces en estos días de desembarcos y redistribuciones internas, que tanto han alarmado a alcaldes y gobernadores de muchas regiones italiana, asestó un golpe; aunque es un empujón irremediable, dado que el Pacto sobre Migración aún se está negociando entre los 27 estados miembros, con las conocidas quejas de Polonia y Hungría.
Desde el punto de vista de Bruselas, Italia no se ha quedado sola. "La Comisión ha trabajado con las autoridades italianas para ayudar a descongestionar el punto crítico de Lampedusa, en particular mediante una asistencia de emergencia que permite transportar en avión a los inmigrantes vulnerables desde la isla a otros lugares de Italia", asegura la portavoz de Asuntos Internos, Anitta Hipper, entrevistada por ANSA.
Además, nadie niega que Italia sigue "bajo presión" y que, por tanto, existe la voluntad de seguir ayudando a Roma "a afrontar los desafíos migratorios".
Las agencias competentes de la UE, Frontex, la Agencia de Asilo de la Unión Europea (EUAA) y Europol, han desplegado "450 personas en Italia". En lo que respecta a la acogida de solicitantes de asilo y refugiados, la "referencia" para la Comisión es la directiva sobre las condiciones de acogida, que contiene todos los requisitos que deben garantizar los marcos legislativos nacionales.
"La EUAA apoya a las autoridades italianas en los procedimientos de asilo y de acogida basándose en su plan operativo en curso: esto incluye el despliegue directo de expertos para apoyar al Ministerio del Interior y a las prefecturas", señala Hipper.
El otro aspecto que Bruselas quiere destacar es el del dinero. De hecho, Italia puede contar con los 520 millones de euros del Fondo de Asilo para la acogida y servicios relacionados, como mediadores culturales; los 315 millones del Instrumento de Gestión de Fronteras y Política de Visados, para operaciones de búsqueda y salvamento y gestión de puntos críticos; los 83 millones de euros del Fondo de Seguridad Interior, para la lucha contra el tráfico de inmigrantes y el apoyo a las víctimas de la violencia.
"Italia se ha beneficiado de 1.960 millones de ayudas de la UE desde 2015", señala la Comisión. En el frente de la solidaridad, está activo el mecanismo de redistribución voluntaria acordado en junio de 2022 por 19 Estados miembros y 4 países asociados a Schengen.
Los números de las reubicaciones son escasos. "Actualmente (datos al 22 de agosto), de los 8.000 compromisos asumidos por los Estados adherentes, hasta el momento se han llevado a cabo un total de 2.548 reubicaciones desde todos los países MED5, de los cuales 1.076 desde Italia. Se ha puesto a disposición un número significativo de compromisos, sobre todo de Alemania y Francia, y están previstas otras transferencias", asegura la Comisión. La idea aquí es que es el proceso en sí lo que cuenta más que los datos.
En otras palabras, probar algún día las herramientas adecuadas para establecer la solidaridad prevista por el nuevo Pacto, ya sea financiación o reubicación directa. Varsovia quiere celebrar un referéndum el día de las elecciones políticas para decir "no". Pero es muy poco lo que puede hacer: las regulaciones clave del Pacto han sido aprobadas de conformidad con los Tratados, que prevén la mayoría en estas cuestiones.
Dicho esto, el camino hacia la aprobación definitiva aún es largo y está en manos de España y Bélgica, las dos últimas presidencias antes de las elecciones europeas.
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