A menos de un mes de las elecciones, en un clima de gran incertidumbre, el monarca en el palacio de la Zarzuela inicia sus conversaciones con las fuerzas políticas con el objetivo de formar una mayoría.
Sánchez y el líder conservador Núñez Feijóo deben mostrar al jefe de Estado que cuentan con los apoyos parlamentarios suficientes. El conservador Partido Popular (PP) fue el más votado en las elecciones de julio, con 137 escaños en el Congreso de los Diputados, pero sin mayoría suficiente en la Cámara baja del Parlamento español donde se decide la investidura.
El partido socialista PSOE de Sánchez obtuvo 121 y el pasado jueves (17.08.2023) logró los apoyos suficientes para hacerse con la dirección del Congreso, aunque grupos que le respaldaron advirtieron de que no está cerrado su voto para la investidura. Entre ellos Junts, el partido del expresidente del Gobierno regional de Cataluña Carles Puigdemont, huido de la Justicia española tras la declaración unilateral de independencia de 2017, que con siete diputados es clave en la votación para la investidura.
La ley prevé que el rey reciba primero al partido más pequeño que termine con el mayor número de votos.
Comienza, con la Unión del Pueblo Navarro (UPN), luego la Coalición de Canarias (CC), PNV y Sumar. Así que mañana proseguirá con Vox, el PSOE (socialismo) y el PP. Solo entonces el monarca dará una cesión. Cabe señalar que Bildu (independentistas vascos), ERC y Junts (partidos catalanes) y BNG (Bloque Nacionalista Gallego) se negaron a participar.
Esta es la novena ronda de consultas de Felipe VI durante su reinado. Como es sabido, tanto el líder del PP y Núñez Feijóo, como el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ya han manifestado su voluntad de liderar el próximo Gobierno, aunque ninguno de los dos ha llegado todavía a los acuerdos por mayoría suficiente.
En esta carrera a dos bandas, es el presidente del Gobierno Sánchez quien parece partir como favorito: la elección de la socialista Francina Armengol al tercer puesto del estado, el de la presidencia del Congreso de los Diputados, gracias al apoyo de una mayoría abigarrada para el PSOE ahora ha allanado el camino para un nuevo ejecutivo progresista.
El periódico El Mundo informa que para los socialistas "la mayor parte del trabajo ya está hecho". Las mismas fuentes citadas por El País definen cualquier cesión a Feijóo como una "pérdida de tiempo inútil". La posición opuesta esgrime el PP, que en cambio hará todo lo posible por cerrarle el paso al PSOE y volver a Moncloa.
En tanto, la tensión se dispara en el seno del centroderecha español entre Vox y el Partido Popular. En vísperas de sus conversaciones con el rey, el partido de Santiago Abascal ataca al de Feijóo pidiendo saber cuanto antes si ya ha llegado o no a un acuerdo con los vascos del PNV.
El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha pedido a los Populares que aclaren "públicamente y con urgencia", antes de que el líder de Vox se reúna mañana con el rey, "si excluyó a Vox del acuerdo para los cargos del Congreso porque ya tenían un acuerdo con el PNV" .
Luego cuestionó la voluntad de Vox de pronunciarse a favor de un Gobierno liderado por Feijóo: "Ese compromiso estaba asociado a que Feijóo debía trabajar sin descanso y abiertamente para recuperar la neutralidad de todas las instituciones".
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