El primer paso concreto es la apuesta de la compañía por producir un quinto modelo en Melfi, que debería ser un Jeep, además de los cuatro ya previstos para 2024. Los responsables de las negociaciones fueron el ministro de las Empresas y del Made in Italy, Adolfo Urso, y el director ejecutivo de Stellantis, Carlos Tavares, los cuales mantuvieron una reunión en el Palazzo Piacentini, que duró una hora y media.
Por ello se constituyó un grupo técnico de trabajo para llegar a finales de julio a "un acuerdo de transición en el marco de una política industrial europea renovada que deberá proteger la producción y el empleo interno".
Urso entregó a Tavares una copia de la Constitución italiana con los artículos 1 y 41 destacados, que reconocen el valor del trabajo y la libre iniciativa empresarial.
"Stellantis está totalmente en línea con estos artículos. Es nuestra clara intención ubicar un mayor número de modelos en las fábricas italianas, empezando por Melfi", explicó el gerente "quien reiteró al ministro" el continuo y fuerte compromiso de la empresa con Italia, una de las tres raíces de Stellantis junto con Francia y Estados Unidos".
Tavares subrayó la necesidad de "crear un espíritu de equipo ganador para apoyar la transición energética, implicando a todas las partes interesadas italianas y centrando la energía en las soluciones y no en los dogmas. El impacto de la normativa euro7 sobre el Panda hay que abordar y considerar el apoyo a las ventas de coches eléctricos para sostener las actividades de los centros de producción italianos. Estoy seguro de que Urso contribuirá decisivamente al éxito de la industria automovilística italiana haciendo frente a nuevos actores como los chinos".
Stellantis, que en Italia tiene una capacidad de producción de más de 1,5 millones de unidades, en 2022 -recordó la Fim Cisl- produjo 690.000 coches y este año debería llegar a los 800.000.
Los establecimientos ya tienen una misión, pero aún quedan nudos por desatar. Si Melfi parece estar en camino de una solución, quedan por definir las futuras producciones de Cassino y el heredero del Panda en Pomigliano, también habrá que entrar en los méritos de la Gigafábrica de Termoli.
Urso, que llevó a la reunión el documento sobre la Automoción concertado con todos los protagonistas del sector como base de discusión, tiene previsto un nuevo encuentro con los presidentes de las Regiones, sedes de las plantas de Stellantis, verá Anfia y los sindicatos.
"Esperamos involucrarnos con anticipación para definir los contenidos del acuerdo de transición", afirmó el secretario general de la Fim Cisl Roberto Benaglia y el secretario nacional Ferdinando Uliano.
"La movilización de los últimos meses, a partir de la manifestación en Poissy, ha promovido el inicio de la confrontación. Pedimos al gobierno que no reemplace la representación sindical y que cree un sistema", afirmaron Samuele Lodi y Simone Marinelli de Fiom.
"Estamos convencidos de que el interés del Gobierno es fundamental para ayudarnos a defender el empleo no solo en Stellantis, sino en toda la cadena de suministro: el objetivo de un millón de automóviles no está lejos, pero se necesitan nuevos modelos", subrayó Gianluca Ficco, secretario nacional Uilm.
La Fismic considera muy positivo el trabajo realizado en las últimas semanas por los sindicatos, la empresa y el ministro Urso, para dar "más herramientas para salvaguardar el empleo y defender el sector de la Automoción".
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