La empresa advierte que debe ser conveniente el lugar para producir. (foto: ANSA)
(ANSA) - TURIN 10 JUL - Stellantis y el gobierno italiano
trabajarán juntos para revertir la caída en los volúmenes de
automóviles producidos en Italia durante los próximos dos años,
una tendencia negativa que ha durado 20 años, y alcanzar la meta
de un millón de vehículos.
El primer paso concreto es la apuesta de la compañía por
producir un quinto modelo en Melfi, que debería ser un Jeep,
además de los cuatro ya previstos para 2024.
Los responsables de las negociaciones fueron el ministro de
las Empresas y del Made in Italy, Adolfo Urso, y el director
ejecutivo de Stellantis, Carlos Tavares, los cuales mantuvieron
una reunión en el Palazzo Piacentini, que duró una hora y media.
Por ello se constituyó un grupo técnico de trabajo para
llegar a finales de julio a "un acuerdo de transición en el
marco de una política industrial europea renovada que deberá
proteger la producción y el empleo interno".
Urso entregó a Tavares una copia de la Constitución italiana
con los artículos 1 y 41 destacados, que reconocen el valor del
trabajo y la libre iniciativa empresarial.
"Stellantis está totalmente en línea con estos artículos. Es
nuestra clara intención ubicar un mayor número de modelos en las
fábricas italianas, empezando por Melfi", explicó el gerente
"quien reiteró al ministro" el continuo y fuerte compromiso de
la empresa con Italia, una de las tres raíces de Stellantis
junto con Francia y Estados Unidos".
Tavares subrayó la necesidad de "crear un espíritu de equipo
ganador para apoyar la transición energética, implicando a todas
las partes interesadas italianas y centrando la energía en las
soluciones y no en los dogmas. El impacto de la normativa euro7
sobre el Panda hay que abordar y considerar el apoyo a las
ventas de coches eléctricos para sostener las actividades de los
centros de producción italianos. Estoy seguro de que Urso
contribuirá decisivamente al éxito de la industria
automovilística italiana haciendo frente a nuevos actores como
los chinos".
Stellantis, que en Italia tiene una capacidad de producción
de más de 1,5 millones de unidades, en 2022 -recordó la Fim
Cisl- produjo 690.000 coches y este año debería llegar a los
800.000.
Los establecimientos ya tienen una misión, pero aún quedan
nudos por desatar. Si Melfi parece estar en camino de una
solución, quedan por definir las futuras producciones de Cassino
y el heredero del Panda en Pomigliano, también habrá que entrar
en los méritos de la Gigafábrica de Termoli.
Urso, que llevó a la reunión el documento sobre la
Automoción concertado con todos los protagonistas del sector
como base de discusión, tiene previsto un nuevo encuentro con
los presidentes de las Regiones, sedes de las plantas de
Stellantis, verá Anfia y los sindicatos.
"Esperamos involucrarnos con anticipación para definir los
contenidos del acuerdo de transición", afirmó el secretario
general de la Fim Cisl Roberto Benaglia y el secretario nacional
Ferdinando Uliano.
"La movilización de los últimos meses, a partir de la
manifestación en Poissy, ha promovido el inicio de la
confrontación. Pedimos al gobierno que no reemplace la
representación sindical y que cree un sistema", afirmaron
Samuele Lodi y Simone Marinelli de Fiom.
"Estamos convencidos de que el interés del Gobierno es
fundamental para ayudarnos a defender el empleo no solo en
Stellantis, sino en toda la cadena de suministro: el objetivo de
un millón de automóviles no está lejos, pero se necesitan nuevos
modelos", subrayó Gianluca Ficco, secretario nacional Uilm.
La Fismic considera muy positivo el trabajo realizado en las
últimas semanas por los sindicatos, la empresa y el ministro
Urso, para dar "más herramientas para salvaguardar el empleo y
defender el sector de la Automoción". (ANSA).
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