(ANSA) - El viceprimer ministro italiano y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, criticó las desoladoras escenas registradas en Francia, escenario de intensas protestas contra la violencia policial, en las cuales al menos un manifestante murió el viernes tras caer desde el techo de un tienda en Petit-Quevilly, noroeste del país, y 250 resultaron heridos.
Anoche hubo más de 1.300 arrestos por disturbios en Francia.
En total -según lo comunicado por el Ministerio del Interior- las fuerzas del orden realizaron 1.311 detenciones, de las cuales 406 en París y en la cercana periferia.
"¿Estamos en Occidente o en el infierno? Imágenes desoladoras vienen de Francia", declaró el líder del partido ultranacionalista Liga en sus redes sociales, al hablar de "escenas y escenarios intolerables en un país occidental, en el corazón de la sociedad europea", expresó Salvini.
Para Salvini, se trata de "una espiral de violencia alimentada también por la izquierda habitual, extrema y cobarde" que es "el resultado de años de errores y locuras ideológicas en relación con la inmigración, especialmente islámica, de permisividad judicial, de periferias en manos del crimen, de tolerancia a la comportamientos inaceptables".
La tensión en Francia ya lleva tres noches y se han levantado barricadas y dañado varios edificios públicos.
Además, se incendiaron automóviles y decenas de personas fueron detenidas.
El detonante se produjo tras el asesinato de Nahel, un joven de 17 años baleado a quemarropa por un policía el pasado martes, en Nanterre, en la afueras de París.
Miles de personas volvieron hoy a las calles de la capital francesa en un acto no autorizado y se registraron enfrentamientos entre manifestantes y la policía.
Se identificaron daños y saqueos en el centro de Marsella, donde hasta el momento se realizaron 42 detenciones.
El agente sospechoso de dispararle a Nahel, un joven de origen argelino que conducía un automóvil e intentó fugarse de un operativo, fue detenido en prisión preventiva.
El funeral del adolescente está previsto para mañana en Nanterre.
La expectativa es que las violentas protestas terminen al término de la "marcha por la paz", promovida por la madre de la víctima.
El presidente francés, Emmanuel Macron, llamó a la calma y calificó la muerte del joven como "inexplicable e inexcusable", pero aún no ha declarado el estado de emergencia, como se esperaba.
Al menos tres ciudades cercanas a la capital francesa decretaron un toque de queda nocturno.
"No es porque no estemos en estado de emergencia que no tenemos medios excepcionales. Esta noche habrá medios excepcionales", dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin, y explicó que alrededor de 45.000 policías fueron movilizados para tratar de contener el caos.
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