Previamente descrito por John Kerry como un hombre cuyas "contribuciones son comparables a las de George Kennan y Chip Bohlen", los dos legendarios diplomáticos estadounidenses durante la Guerra Fría, Burns ha desempeñado durante mucho tiempo un papel clave en el juego de la guerra en Ucrania y en el contexto estadounidense más amplio en la arena diplomática, aprovechando su conocimiento de Moscú, donde fue enviado durante la presidencia de George W. Bush.
Poco después del desafío de Yvegeny Prighozin al Kremlin, Burns habló con su homólogo ruso Sergei Naryshkin, jefe de los servicios de inteligencia externos de Moscú, para tranquilizarlos y reiterar que Estados Unidos no estaba ni está involucrado en la movida de los Wagner.
Pero antes del fallido motín de los Wagner, Burns había volado a Kiev a principios de junio para una serie de reuniones, incluso con el presidente Volodimir Zelensky, durante las cuales fue informado, según revela The Washington Post, sobre la "ambiciosa estrategia" de Ucrania para "reconquistar los territorios ocupados" y abrir negociaciones de alto el fuego con Moscú a finales de año".
En vista del otoño, de hecho, Zelensky y sus hombres ya han comenzado a evaluar cómo Kiev podría impulsar el fin de los combates sobre la base de términos aceptables para Rusia y la población ucraniana. El escenario ideal preferido de Kiev, destaca The Washington Post, se basa en la idea de hacer avanzar tropas ucranianas y armas pesadas hasta la frontera con Crimea, manteniendo a la península como rehén de la flota naval rusa del Mar Negro, recuperar Crimea por la fuerza, y pedir a Rusia que acepte cualquier garantía de seguridad que Ucrania pudiera obtener de Occidente.
Un plan sobre el que hay muchas dudas. Los analistas militares creen que el objetivo de Ucrania de obligar a Moscú a negociar es difícil de lograr, pero no se puede descartar.
Luego está el tema de las garantías de Occidente: la entrada de Kiev en la OTAN es tema de debate dentro de la Alianza, con algunos países -entre ellos Estados Unidos- fríos ante la idea de hacer una apuesta firme para el ingreso de Kiev.
Pero si hay diferencias entre Estados Unidos y Ucrania sobre la pertenencia a la OTAN, hay un amplio acuerdo en un punto, a saber, que la ofensiva de Kiev debe poner al país en una posición de fuerza para el inicio de cualquier negociación.
Y es en esto que las dos partes se unen contra Rusia.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA