(ANSA) - ROMA, 04 MAG - El temor a los ataques de drones como
el que sufrió el Kremlin dos días atrás llevó a decenas de
ciudades rusas a suspender el tradicional desfile por la
victoria sobre el nazismo del 9 de mayo.
Calles y plazas pavimentadas con enormes estandartes rojos,
el color de las Fuerzas Armadas, e imágenes de San Jorge,
protector de Moscú y de los soldados, fotografías de época que
se observan en las vidrieras de muchos negocios con la
inscripción: "Pobieda', victoria, y en todos lados las rayas
amarillas y negras, como la de las cintas de las medallas
colocadas en el pecho de los veteranos héroes.
Moscú se prepara para festejar el 9 de mayo, aniversario de
la derrota del nazismo. Pero esta vez la pesadilla de los drones
que, en los últimos meses, se precipitaron siempre más cerca de
la capital hasta impactar dos días atrás al corazón mismo del
poder, el Kremlin.
"Las actividades terroristas y de sabotaje de las Fuerzas
Armadas ucranianas en Rusia están llegando a un nivel sin
precedentes", admitió la Cancillería, haciendo referencia a los
ataques con los drones -nunca admitidos por Kiev- perpetrados
también contra depósitos de combustible, vías férreas y, en
octubre pasado, el Puente de Crimea en el Estrecho de Kerch.
Una situación que explica el porqué las tradicionales
paradas del 9 de mayo fueron canceladas en 21 ciudades, aunque
no en la Plaza Roja, donde está anunciada regularmente la
presencia de Vladimir Putin.
Los festejos fueron anulados no solo en las regiones más
cercanas al confín ucraniano, como Kursk, Belgorod y Bryans,
repetidamente bombardeadas, o en las ciudades de Simferopol y
Sebastopol. en Crimea, sino también en ciudades lejanas como
Surgut, Tyumen, Khanty-Mansky y Pskov.
Pero en Vologda, norte de Moscú, un mini-desfile de niños de
escuelas maternas en uniforme se desarrolló hoy, según las
imágenes posteadas por el alcalde en su canal de Telegram, que
luego recibió de ellos cartitas y dibujos "para los soldados".
En el Kremlin, luego del misterioso ataque sucedido la otra
noche, la atmósfera es "normal" y "todos trabajan", incluido
Putin, que hoy volvió al edificio después de haber permanecido
ayer en su residencia de Novo-Ogaryovo, en las afueras de Moscú.
El vocero Dmitry Peskov habla de un presidente "calmo,
compuesto y lúcido en sus juicios y órdenes", como "siempre".
Los daños materiales son limitados: dos secciones de la
cubierta de cobre de la cúpula del edificio fueron destruidas y
serán sustituidas mañana, dijo Yelena Krylova, vocera del
departamento que se ocupa de la gestión del patrimonio
arquitectónico del Kremlin.
Es clara la voluntad de dar una imagen de normalidad, a
partir de la decisión anunciada de tener regularmente la parada
en la Plaza Roja, con el discurso de Putin.
Asimismo el desfile se desarrollará según los programas
estipulados, sin ningún recorte, subrayó Peskov.
El ministro de Defensa, Serguei Shoigu, anunció que
participarán más de 10.000 personas y 125 tipos de armas.
Excepcionales, obviamente las medidas de seguridad adoptadas: de
la prohibición de vuelo de drones en todo el espacio aéreo de
Moscú, San Petersburgo y Ekaterinburgo, a los Urales, y bloqueo
de los datos GPS en la capital lamentado hoy por muchos
automovilistas que vieron quedar inutilizados sus navegadores.
(ANSA).
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