(ANSA) - PALERMO 25 ABR - Después de los cuatro naufragios
del lunes en el mar frente a Lampedusa, con dos cadáveres
recuperados, al menos 20 desaparecidos y 165 migrantes
rescatados, el ministro del Interior italiano, Matteo
Piantedosi, decidió hacer un viaje rápido a la isla.
El punto de acceso volvió a estar abarrotado con más de 2400
personas después las últimas llegadas: más de 1900 en un período
de 24 horas, de los cuales 700 arribaron el lunes por la noche.
"Pienso en soluciones que tienen proyección, no me refiero
estructural sino de gestión ordenada de flujos, pero también, de
hecho, mueven el problema a otra parte. Tengo un gran respeto
por el papel que Lampedusa está ejerciendo, y siempre ha
ejercido allá", dijo el ministro, reunido con el alcalde de
Pelagie Filippo Mannino después de hacer una visita, y muy
rápidamente alrededor, en la plaza del barrio de Imbriacola.
Y a la isla se dedicará una fuerza especial, una oficina del
ministerio que atiende la emergencia.
"Tenemos que trabajar para que Lampedusa se convierta en el
engranaje de un mecanismo más grande que funcione. Y, al mismo
tiempo -añadió el titular del Ministerio del Interior- para
ayudar a la gente que está a la intemperie o en medio de las
aguas residuales".
El alcalde enumeró los problemas que la administración y los
ciudadanos tienen que enfrentarse a diario.
"Llevo 9 meses repitiendo siempre las mismas cosas: las
embarcaciones abandonadas, en las costas, el tema de la basura,
el tema del alcantarillado, la emergencia de los cadáveres, los
lugares en los cementerios", destacó.
"Fue declarada la emergencia, hay que acelerar en todo.
Todas las semanas muertos -continuó Mannino-. Por todo esto hay
malestar entre los isleños. Se suponía que esta mañana se
realizaría una protesta, convencimos a los operadores turísticos
de que empiezan a estar preocupados".
Además, Piantedosi reiteró: "Tenemos que trabajar para que
Lampedusa se convierta en el mecanismo de un sistema más grande,
liberando a la isla de fases como esta. Pero, al mismo tiempo,
evitar cualquier cosa que no sea aceptable para los
inmigrantes".
Y tras la oleada de lanchas y embarcaciones, más de 35 el
lunes, rescatadas por la guardia costera que recuperó a 1.200
personas, 19 buques más con 705 inmigrantes llegaron anoche y
luego otras 4 lanchas con 164 personas.
Los inmigrantes que viajaban en 14 de los barcos, atracados
entre la noche y el amanecer de este martes desde las lanchas
patrulleras de la Capitaneria y Guardia di finanzas, dijeron que
llegaron con "naves nodrizas".
Botes pesqueros desde los cuales fueron a otros más pequeños
de metal de 6 o 7 metros.
Para esos cruces, comenzando por Sfax en Túnez, inmigrantes,
originarios de naciones del Oeste de Africa pagaron hasta 3.000
dinares tunecinos (cerca de 1.000 dólares).
Un grupo de 28 tunecinos y egipcios informaron haber
autofinanciado
el viaje al comprar el bote de madera y 10 tanques de 20 litros
de combustible gastando 35.000 dinares tunecinos (unos 11.500
dólares).
Mientras, el barco Humanity llegó a Ravena con 69
inmigrantes a bordo: ese es el tercer desembarco de un buque de
una ONG con inmigrantes a bordo en el puerto de Romaña, tras los
del 31 de diciembre y 18 de febrero pasados.
Desde Humanity bajaron los inmigrantes de varias
nacionalidades, 30 de Sudán, el país más representado.
Las ONGs pusieron en marcha en los últimos días la alarma de
un nuevo éxodo ligado precisamente a la crisis actual abierta en
el país africano: según el Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados (ACNUR), 20.000 ya se estarían
trasladando desde la región de Darfur en Sudán a buscar refugio
en el cercano Chad, que ya alberga a 400.000 desplazados
sudaneses. (ANSA).
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