A un año desde el inicio de la guerra de agresión de Rusia en Ucrania, un comunicado de la Cancillería solidarizó "con el pueblo ucraniano y con las víctimas de este conflicto, el que ha desencadenado una irreparable tragedia humanitaria, con un creciente saldo de muertes, destrucción y desplazamientos, constituyéndose en una amenaza para la estabilidad global".
Asimismo, el gobierno del presidente frenteamplista Gabriel Boric declaró que "Chile continúa abrigando la esperanza de que prevalezca el diálogo como una herramienta para encontrar una solución pacífica a este conflicto, en línea con lo dispuesto en el artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas".
Ratificó una vez más que "sólo a través de negociaciones entre las partes se podrá prevenir un mayor escalamiento de este conflicto y garantizar la paz y seguridad internacionales".
Finalmente, reafirmó "su apoyo a Ucrania en el ámbito humanitario, en línea con los aportes de asistencia ya realizados -tanto a través de Cruz Roja como de ACNUR- y reitera su disposición para apoyar todas las iniciativas de carácter humanitario que puedan desarrollarse en el post conflicto".
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