(ANSA) - ROMA 22 FEB - Respeto por la integridad territorial
de Ucrania, un cese del fuego, la interrupción del envío de
armas a Kiev y la tutela de las garantías de seguridad de Rusia,
son algunos de los puntos claves del plan de paz de 12 puntos
preparado por China, que el jefe de la diplomacia del PCC, Wang
Yi, presentó, a grandes rasgos, a las dos partes en conflicto.
En las cancillerías occidentales la iniciativa de Pekín fue
recibida con cautela, en espera de conocer en detalle los
contenidos del plan: la ambigüedad mostrada hasta ahora por el
Dragón en esta crisis no permite previsiones optimistas.
La única cosa cierta, hasta el momento, es que después de un
año de guerra, China por primera vez afirmó que desea
comprometerse concretamente para lograr una solución
diplomática. Y anunció que presentará la iniciativa de paz en el
día del aniversario del comienzo de las hostilidades.
Del plan de Pekín hasta ahora solo surgieron algunos títulos
genéricos: el emisario de Xi Jinping, en el tour europeo que
tocó también Roma, habló de la necesidad de sostener los
principios de soberanía, integridad territorial y la Carta de la
ONU. Pero al mismo tiempo, afirmó que los legítimos intereses de
seguridad de Rusia deben ser respetados.
El plan chino, según funcionarios europeos con conocimiento
del dosier, deberá incluir una propuesta sobre la seguridad de
las instalaciones atómicas y sobre la prohibición del uso de
armas biológicas y químicas, y además un llamado a las partes a
un alto el fuego y a los países de la OTAN para que frenen el
envió de armas a los ucranianos.
Rusos y ucranianos por ahora no se alteraron por la
iniciativa china. "Con Wang compartí los elementos claves del
plan pero es necesario estudiarlos en detalle", se limitó a
decir Dmytro Kuleba. Mientras en Moscú nada concreto surgió tras
los encuentros de Wang con Vladimir Putin y Serguei Lavrov.
La vocera de la Cancillería, Maria Zakharova, solo
puntualizó que el jefe de la diplomacia china presentó las
opiniones acerca de los enfoques para una "solución política" en
Ucrania.
Empero, de ambos lados no llegaron señales de cierre a la
mediación de Pekín.
Es decididamente más escéptico el frente OTAN. Sobre todo
Estados Unidos para el que Pekín (que jamás condenó la invasión
y no parece con intención de cambiar de idea) podría hasta
decidir proporcionar ayuda militar a Moscú.
Tanto más cuando los dos aliados continúan remarcando la solidez
de sus relaciones.
Algunos analistas europeos temen que la iniciativa de Xi
sirva solamente para hacerle ganar consensos en la ONU entre los
países del sur del mundo, afectados por la crisis económica y
alimentaria desencadenada por el conflicto.
Al mismo tiempo, existe quien apuesta que Pekín, esta vez,
podría hablar en serio porque si la rápida victoria de Putin
hubiera sido una bofetada a Occidente, la persistencia del
conflicto, al contrario, refuerza a los rivales estratégicos del
Dragón. En este punto, no resta más que esperar los contenidos
del plan: los reflectores apuntan al "discurso por la paz" de Xi
Jinping, que el líder chino podría pronunciar justamente el 24
de febrero. (ANSA).
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