Esta "tendencia general" hacia la disminución de la participación es subrayada por Roberto Weber, del Instituto Ixé, por Salvatore Vassallo, del Instituto Cattaneo y por Lorenzo Pregliasco de Youtrend.
Las divisiones de la oposición, tanto en Lombardía como en Lacio, fueron probablemente el primer factor del desenlace.
Es una opinión compartida por los encuestadores, entre los que, sin embargo, hay variadas valoraciones sobre el dramatismo de tan bajas cifras de participación.
"Hay una crisis política - dice Weber - una disociación entre representados y representantes".
"La gente ahora piensa que su voto no cambia las cosas", coincide Pregliasco.
Y, de hecho, solo el 63% de los electores habilitados votaron en las políticas del 25 de septiembre.
Luego hay un elemento específico de las regionales, que, añade Pregliasco, "están a medio camino entre lo municipal y lo nacional".
No son un órgano cercano como los municipios, pero tampoco políticamente relevantes como las del Parlamento.
"Este resultado venga al de las Regionales en Emilia Romaña en 2014 -recuerda Vassallo- cuando el 37% votó (como hoy en Lacio, ndr) y se cuestionó la legitimidad del ganador", que es Stefano Bonaccini.
En cambio, la siguiente vuelta, también en Emilia Romaña, tomó importancia nacional por el choque Stefano Bonaccini-Matteo Salvini, "y entonces votó el 70% de los ciudadanos", subraya Pregliasco.
Sin embargo, todos los encuestados señalan que un "desincentivo" para votar fue el "resultado anticipado" debido a la compacidad de la centroderecha, a lo que respondió la oposición dividida.
En todo el electorado existía "la conciencia de que sin una amplia coalición de centro-izquierda no hay historia", dice Vassallo.
"En una elección de una sola vuelta como las regionales, sin un campo amplio, el centroizquierda no es competitivo", apunta Giovanni Diamanti, de Youtrend.
Weber, Vassallo y Pregliasco observaron que, sin embargo, la abstención golpeó más a la oposición, especialmente al M5S y al Tercer Polo, especialmente en Lacio, donde la impresión era de "desmovilización", dice Pregliasco.
Una cosa es segura para Weber: la centroderecha es cautelosa y no utiliza el término triunfo, porque si continúa esta tendencia al abstencionismo, "se apagará una rueda del motor de la democracia".
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA