(ANSA) - KIEV, 12 FEB - Los soldados rusos en el frente están
muriendo en cantidades tan altas como nunca antes desde que
comenzó la guerra, una clara señal de una intensificación de las
operaciones.
Los datos provienen del Estado Mayor ucraniano y las
noticias son el foco de la actualización diaria que el
ministerio de Defensa británico difunde junto con escenarios y
análisis de la evolución sobre el terreno, basados generalmente
en datos de inteligencia.
Cifras que fotografían este complicado momento, en vísperas
del aniversario del inicio del conflicto el 24 de febrero, en el
que los combates continúan sin tregua en el este pero también se
espera una nueva y revitalizada ofensiva rusa: en cierto modo ya
se da por iniciada, como también subrayó el jefe del Consejo de
Seguridad Nacional de Ucrania, Oleksiy Danilov, pero aún
presenta incógnitas sobre el rumbo que tomará.
Los números se convierten entonces en la prueba de fuego
para leer la estrategia y la táctica de ambos bandos: "En las
últimas dos semanas, Rusia probablemente ha sufrido el mayor
número de víctimas desde la primera semana de la invasión de
Ucrania", escribió el ministerio de Defensa británico en su
boletín. El promedio de los últimos siete días ha sido de 824
víctimas diarias, más de cuatro veces la tasa reportada en
junio-julio de 2022, precisaron desde Londres.
Solo ayer, Rusia perdió 900 hombres, mientras que desde el
comienzo de la invasión el 24 de febrero de 2022, alrededor de
137.780 soldados rusos han muerto en Ucrania, nuevamente según
datos del Estado Mayor en Kiev. Pero Ucrania también, señala el
ministerio británico, sigue sufriendo "una alta tasa de
desgaste".
Mientras tanto, la batalla en curso en Bajmut, la ciudad del
este que, a pesar de no tener un valor estratégico muy alto, ha
sido escenario de feroces combates por su control durante seis
meses es como un cuerpo a cuerpo entre Moscú y Kiev. Los
mercenarios del grupo Wagner se adjudicaron el dominio de Krasna
Hora, un pueblo cercano, lo que supuso un nuevo desafío para la
sólida resistencia ucraniana en la zona.
El propio Yevgeny Prigozhin, el fundador de la compañía
militar privada Wagner, anunció en las últimas horas que
"nuestras unidades de asalto tomaron el asentamiento de Krasna
Hora". Sin embargo, el mapa ucraniano está salpicado de ataques:
hasta 50 al día en Donetsk, según los líderes militares
ucranianos. Y no solo. Tres fueron lanzados por las fuerzas
rusas en Jarkov durante la noche con misiles S-300, según el
gobernador de la región, Oleg Sinegubov.
En Nikipol, una mujer de 53 años murió y otra de 83
resultó herida por metralla. Mientras que una mina explotó
cuando un automóvil pasaba por una carretera rural cerca del
pueblo de Novoraysk, en el oblast de Jerson, y los dos hombres a
bordo del vehículo, de 45 y 48 años, fallecieron, según
militares de las administraciones y civiles locales. Novoraysk
fue liberada de la ocupación rusa en noviembre pasado durante
una contraofensiva masiva de Ucrania en el sur del país, desde
entonces se ha lanzado una operación para desminar el
territorio, sin embargo, pueden surgir minas y bombas en el
campo y los bosques de la región.
En enero, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal,
dijo que Ucrania se había convertido en "el campo minado más
grande del mundo" tras la invasión rusa, recuerdó el diario The
Kyiv Independent.
Mientras tanto, en el plano político en Kiev continúa el
intento de despejar las sospechas de corrupción y tinieblas en
las instituciones tras los recientes escándalos. La última
intervención en este sentido del presidente Zelensky se refería
a la Guardia Nacional: el número dos, Ruslan Dziuba, fue
relevado de su cargo.
En la medida no se especifican los motivos, pero se sabe
que Dziuba era el responsable de la logística militar. La
Guardia Nacional de Ucrania depende del ministerio del Interior,
tiene responsabilidades de seguridad pública y en esta etapa
también está directamente involucrada en el frente. (ANSA).
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