(ANSA) - ROMA, 04 FEB - El espectro nuclear vuelve a
estremecer a Ucrania y al mundo, con el halcón ruso Dmitry
Medvedev que evoca el uso de la atómica como respuesta a los
ataques de Kiev, a Crimea o a cualquier otra región rusa,
apoyados por el nuevo envío de armas occidentales. Con el primer
Leopard 2 canadiense ya en vuelo hacia el teatro de guerra.
"Según nuestra doctrina nuclear, Rusia puede usar armas
nucleares si atómicas de otro tipo de destrucción masiva son
usadas contra Rusia o sus aliados, si recibe información
verificada acerca del envío de misiles balísticos para atacar
Rusia o sus aliados, en caso de agresión convencional, si la
existencia del Estado están en peligro", amenazó el
vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, y aseguró que
Moscú no se pone restricciones a la utilización de cualquier
arma.
"La respuesta será rápida, dura y convincente", dijo. Pero
Kiev no se deja intimidar e invita a "ignorar" a Medvedev
porque "Ucrania puede liberar sus territorios utilizando
cualquier instrumento" y "Crimea es Ucrania. Por lo tanto, las
amenazas de 'ataques de represalia' son solo una confirmación de
la intención de cometer homicidios masivos y un intento de
asustarnos", manifestó el consejero presidencial ucraniano,
Mikhaylo Podolyak.
La tensión está por las nubes, así como el choque entre
Moscú y Occidente mientras partió de Halifax el primer tanque
Leopard 2 canadiense con tanto de fotos posteadas por la
ministra de Defensa.
La Unión Europea y el G7 adoptaron, en tanto, de forma
definitiva el acuerdo (al cual se unió también Australia) sobre
el price cap (regulación de precios) de los productos petroleros
rusos, mientras la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von
der Leyen, confirmó la promesa hecha a Kiev en la cumbre con
Zelensky: el décimo paquete de sanciones europeas a Moscú
llegará el 24 de febrero, primer aniversario de la invasión
rusa.
"Estamos haciendo pagar a Putin su atroz guerra", dice la
líder europea. Atrocidades como los crímenes de guerra rusos de
los cuales Alemania aseguró haber recogido pruebas "de tres
cifras".
"Actualmente, nos estamos concentrando en los asesinatos
masivos en Bucha o sobre los ataques contra las infraestructuras
civiles ucranianas", dijo el fiscal general alemán, Peter Frank,
que auspicia un proceso internacional contra los responsables.
Con la guerra a las puertas del segundo año, los aliados
occidentales hacen cuadratura sobre Kiev. En el frente de las
armas, también el premier portugués, Antonio Costa, anunció que
enviará blindados Leopard 2 a Ucrania. Y mientras procede el
adiestramiento de los ucranianos en el uso de los blindados
Challenger 2 británicos, los medios alemanes refieren que Kiev
podría recibir hasta 160 blindados armados Leopard 1 de las
reservas alemanas.
Hasta entonces, el ministro ucraniano de Defensa, Oleksii
Reznikov, agradeció a los colegas francés, Sebastien Lecornu, e
Italiano, Guido Crosetto, por la decisión de entregar los
sistemas de defensa aérea Samp-T. Pero no es solo con las armas
que los aliados asisten a Kiev: desde Estados Unidos, el fiscal
general Merrick Garland anunció la primera transferencia a Kiev
de fondos rusos confiscados al oligarca Konstantin Malofeyev.
Al otro lado del frente, Moscú no está sola, y encuentra a
Pekín, que asegura confianza política siempre más profunda con
Rusia, mientras el Wall Street Journal revela que China está
proveyendo al ejército ruso la tecnología necesaria para el
conflicto, no obstante las sanciones internacionales y los
controles a la exportación.
La guerra en tanto continua con los rusos que concentran
"todas las fuerzas" en el asedio a Bakhmut, buscando avanzar en
las regiones de Donetsk y Járkov y en todo el Donbás. La
situación "se está haciendo más dura" en el frente, dijo
Zelensky, hablando de un momento "muy difícil en Bakhmut, en
Vugledar, en Lyman".
En la Mariupol ocupada, en la última semana, llegaron entre
10 mil y 15 rusos, elevando a 30 mil el total de soldados de
Moscú en la ciudad. Y como si ello no fuera suficiente, un
incidente "significativo" en una subestación eléctrica obligó a
un apagón de emergencia en Odesa, donde medio millón de personas
quedaron sin luz.
En el drama de la guerra, continua el intercambio de
prisioneros con 63 rusos y 116 ucranianos liberados de los dos
frentes.
Desde el 24 de febrero, "conseguimos sacar de la prisión
rusa a 1.762 hombres y mujeres ucranianos", dijo Zelensky.
Restituidos además los cuerpos de los voluntarios británicos
Christopher Parry y Andrew Bagshaw, asesinados en una operación
humanitaria en Soledar. (ANSA).
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