El 55% de los italianos señalan la salud como un tema que debe tener prioridad en la agenda de gobierno, incluso por encima del trabajo y la energía.
El dato surge de una encuesta de Ipsos presentada en Roma durante la quinta edición de Inventing for Life Health Summit, un evento organizado en Roma.
Uno de cada tres italianos cree que el artículo 32 de la Constitución, que establece la salud como un derecho fundamental de la persona, no se respeta plenamente hoy en día.
El reconocimiento del valor estratégico de la salud parece haber perdido importancia en la agenda política del país, al igual que la cobertura mediática dedicada a los temas de salud.
"A la pandemia le siguió una crisis económica y social que amenaza con cuestionar los principios de universalidad, equidad e igualdad del Servicio Nacional de Salud", dijo Anna Lisa Mandorino, secretaria general de Cittadinanzattiva, una organización que promueve la preservación de los derechos de las personas en condiciones de debilidad.
Para salvar al sistema se necesita invertir más.
"Los 7 mil millones destinados al Fondo de Salud para los próximos tres años - explicó Giovanni Migliore, presidente de la Federación de Salud y Hospitales (Fiaso) - son buenas noticias, pero una parte será absorbida por el costo de las facturas" "Por esto pedimos que se certifique la financiación del SNS en el 8% del Producto Bruto Interno (PBI) y suprima el techo de gasto de personal", agregó.
Otro tema central del debate fue la investigación.
"Un solo virus fue capaz de poner de rodillas a las economías mundiales; si hoy estamos viviendo una fase de nueva normalidad, es también gracias al extraordinario compromiso de investigación de las compañías farmacéuticas, junto a alianzas público-privadas que necesitan consolidarse para una gobernanza de la salud cada vez más resiliente", expresó, por su parte, Nicoletta Luppi, presidenta y directora ejecutiva del laboratorio MSD Italia.
En cuanto a la investigación clínica, según Marcello Cattani, presidente de Farmindustria (Asociación de Empresas Farmacéuticas), "Italia se ha quedado rezagada con respecto a sus competidores internacionales en las últimas décadas".
"Este es el momento de dar un salto decisivo. Es una buena señal, sobre la que hay que actuar", concluyó.
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