(ANSA) - ROMA, 31 GEN - Tras la apertura de París, Estados
Unidos cierra la puerta a Kiev en el tema de los cazas para
contrarrestar la invasión rusa a Ucrania.
El presidente estadounidense, Joe Biden, excluyó la opción
respondiendo un seco "no" a la pregunta si era favorable al
envió de F16, enseguida después de haber anunciado un próximo
viaje a Polonia sin especificar si será en ocasión del
aniversario de la guerra, el 24 de febrero.
Luego de Alemania, se amplía el frente de los contrarios a
los jet -al menos por ahora- al que se une también Londres.
Porque los aviones británicos "son extremadamente sofisticados y
requieren meses de adiestramiento", por consiguiente, "creemos
que no es práctico proporcionarlos a Ucrania", dijo Downing
Street.
Y hasta la amiga Polonia excluye que Varsovia hable de
facilitar cazas, luego de estar en primera línea en la campaña
para asegurar la llegada de los tanques occidentales a Ucrania:
"Hasta el momento no hay discusiones oficiales sobre
transferencia de F16", afirmó el viceministro de Defensa,
Wojciech Skurkiewicz.
Kiev, empero, no se da por vencida y da los números: al
menos 200 cazas para defender los cielos del país, según el
vocero de la Aeronáutica ucraniana, Yuriy Ignat, que agregó que
"ahora mismo el F16 es el candidato más probable para sustituir
los viejos aviones soviéticos" en uso en el país.
El ministro ucraniano de Defensa, Olesky Reznikov, voló a
París donde obtuvo la confirmación de que para Francia hablar de
los cazas a Kiev "no es un tabú", según palabras del homólogo
Sebastien Lecornu. Y después de haber recibido un nuevo
suministro francés de 12 cañones Caesar a más de los 18 ya
entregados. Reznikov se mostró "optimista" sobre una futura
provisión de los aviones.
También el canciller ucraniano Dmytro Kuleba hizo saber que
Kiev "lleva a cabo negociaciones activas para desbloquear"
misiles de largo alcance y cazas de Occidente, pero está claro
que la cuestión de los jet es aún difícil de la espinosa de los
tanques, obtenidos por Kiev luego de días de fuego antes de los
anuncios de Alemania y Estados Unidos.
Justamente acerca de los blindados armados Kuleba previó la
llegada de 120 de los 140 vehículos en una "primera tanda" de
entregas de una coalición de 12 países, para los cuales se
deberá esperar al menos hasta la primavera.
Que las armas a Ucrania son necesarias para terminar la
guerra lo subrayó también el presidente italiano, Sergio
Mattarella, al afirmar que "el apoyo político, económico, y
militar a Ucrania y las sanciones a Rusia son funcionales para
que termine la guerra, no para alimentarla".
Las tensiones diplomáticas se agudizan: Estados Unidos acusó
a Rusia de no respetar el New Start, el último tratado para el
control de las armas atómicas que quedó entre las dos
superpotencias, mientras el canciller ruso, Serguei Lavrov,
refirió haber recibido la invitación de su homólogo
estadounidense, Antony Blinken, para frenar la ofensiva en
Ucrania.
Pero no es esta, evidentemente, la intención de Moscú, que
observa a sus aliados: luego del anuncio de una visita al
Kremlin del líder chino, Xi Jinping, en primavera -no confirmada
todavía por Pekín-, Vladimir Putin anunció centros de
adiestramiento militar conjuntos con Minsk, y el presidente
bielorruso, Aleksandr Lukashenko, se dijo listo para
proporcionar una ulterior ayuda a Moscú en la guerra, también si
hasta el momento "no tiene necesidad de ella".
Para Kiev, en cambio, existe solamente una "fórmula de paz",
aquella de 10 puntos redactada por el presidente Volodimir
Zelensky que prevé, entre otras cosas, el restablecimiento de la
integridad de toda Ucrania, inaceptable para Moscú.
El gobierno ucraniano, como es conocido, evalúa junto a los
aliados pedir a los 193 países miembros de la ONU votar en la
Asamblea una resolución justamente sobre el plan de paz en
ocasión del aniversario de la guerra, con la hipótesis de una
visita de Zelensky al Palacio de Vidrio, en Nueva York, en la
vigilia del 24 de febrero.
Sin embargo, numerosos países -supo ANSA de fuentes
diplomáticas de la ONU- no estarían del todo convencidos,
señalando el riesgo de obtener un apoyo limitado que sería, de
hecho, contraproducente.
En tanto, en el terreno, la guerra continua en Bakhmut,
punto caliente de la guerra en el Donetsk, dos civiles fueron
muertos por las bombas rusas, entre ellos, un niño de 12 años.
Según los analistas del Instituto ISW, Rusia probablemente
aún no utilizó todas sus reservas, y refuerza el ejército en el
Donbás para prepararse para otra "inminente ofensiva".
Pero mientras tanto, 9.000 ciudadanos rusos fueron enviados
a sus hogares luego de haber sido erróneamente enviados a la
guerra, refirió el fiscal general ruso, Igor Krasnov. (ANSA).
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