El tema Ucrania llega a San Remo, es que el festival italiano de la canción y la política en todas sus formas representan una combinación sólida y atemporal en esa cita del mundo del espectáculo.
Sobre todo si se tiene en cuenta que en la época del segundo festival, en 1952, "Papaveri e papere" se consideraba una canción en riesgo porque aludía al poder de las amapolas.
Con el paso de los años, la polémica de trasfondo político, casi siempre ligada a las intervenciones de los humoristas, se ha convertido en un ingrediente prácticamente fijo del festival de la canción.
Pero esta vez no se trata de la intervención de un humorista sino del presidente de una nación, desde hace un año en guerra, Ucrania.
De hecho, es la primera vez que una guerra en curso llega en vivo al escenario más pop de Italia.
Es por eso que Vladimir Zelensky será motivo de discusión cuando llegue con su video a la noche final del festival, el sábado 11.
Mientras tanto, afuera del Ariston, la ciudad de las flores será invadida por dos manifestaciones: una en apoyo al presidente ucraniano, y otra de los pacifistas contra el envío de armas.
En 1969 Dario Fo y Franca Rame organizaron un contra-festival que se suponía fomentaría una protesta, pero los efectos fueron leves.
Siempre en el tema de las protestas, en 1984 Pippo Baudo hizo subir al escenario a los metalúrgicos de Italsider que protestaban contra el cierre de la planta.
Hablando de religión, fue Roberto Benigni quien provocó un escándalo en 1980 al dirigirse al entonces Papa (Juan Pablo II) con el epíteto "Wojtilaccio".
En las décadas siguientes, el actor y director también se convirtió en protagonista absoluto de San Remo, siempre causando revuelo.
En 2002 el ganador del Oscar presentó su propia versión política del Juicio Final y bromeó sobre los órganos sexuales de Baudo, Berlusconi, Di Pietro y Fassino.
En 2009, hizo chistes sobre Berlusconi, pero no perdonó a Veltroni, Mina e Iva Zanicchi.
En defensa del amor homosexual, cerró su discurso con la carta escrita desde la cárcel por Oscar Wilde.
En 2011 hizo que Italia redescubriera el patriotismo con el Himno Mameli.
Una de las ediciones más turbulentas fue la de 1989: Beppe Grillo -quien hoy dice estar en contra de la presencia de Zelensky desde su blog- destrozó el festival. Lanzó ataques feroces a cantantes, periodistas y sobre todo al entonces líder de DC, De Mita, y al director general de la Rai, Biagio Agnes.
En 2004, Adriano Celentano (recientemente fallecido), llegó al Ariston para ayudar a su amigo Tony Renis (director artístico de una edición boicoteada por las grandes discográficos).
"No digo que no se deba involucrar en la política. Hizo 'Porta a Porta Speciale Sanremo' y como lo hizo, a los políticos les parece bien. Porque el Festival y los políticos deben seguir siendo dos cosas distintas", dijo el artista.
También criticó la conexión con Nasiriya, en Irak, donde se había producido una masacre de carabinieri.
Retrocediendo en el tiempo, en 1999 Mijael Gorbachov tuvo la mayor cantidad de público pop de Italia en San Rmo, invitado por Fabio Fazio. "Hemos venido desde Moscú, donde todavía hay viento y nieve, para traerles nuestros sentimientos de amistad", explicó desde el escenario.
Ese mismo año, Teo Teocoli apareció en el escenario en ropa interior imitando a Gabriele Albertini.
Más recientemente, en 2016, todos los artistas lucieron cintas arcoíris a favor de la ley Cirinná sobre uniones civiles.
El tema de la violencia contra la mujer fue llevado en 2020 a San Remo con Rula Jebreal.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA