Fue el ejército ucraniano a admitir la retirada de la ciudad en el Donetsk: "Después de meses de duros combates las fuerzas militares ucranianas abandonaron la ciudad para retirarse a posiciones elaboradas", dijo el vocero militar de la zona oriental, Serguei Cherevaty.
"Para salvar las vidas del personal, las fuerzas de defensa se retiraron de Soledar y se atrincheraron en las líneas de defensa preparadas", explicó Cherevaty que subrayó que las fuerzas ucranianas llevaron a término su tarea: no permitieron a los rusos atravesar "en la dirección de Donetsk del frente y entrar en la parte posterior, para luego trasladarse al espacio operativo", reporta Unian, mientras otro oficial del Estado Mayor de Kiev, a la misma publicación, explicó que "la línea del frente fue suavizada: no existió cerco ni alguna captura de nuestras tropas".
Moscú reivindicó la toma de Soledar ya el pasado 13 de enero, Ciudad minera en el este de Ucrania, convertida en crucial sobre todo por su cercanía con Bakhmut, que representa desde hace semanas el epicentro del conflicto en la parte oriental del país y es el corazón también "político" de la guerra.
Es el objetivo ruso ahora, lo apuntan desde hace tiempo, y con Soledar en sus manos los militares rusos ver acercarse la meta. Justamente en estos términos describe la situación Denis Pushilin, jefe de la ocupación rusa en la región de Donetsk, según el cual las tropas de Moscú -y en particular el grupo paramilitar Wagner- "avanzan" hacia Bakhmut, donde, entre otros, están en curso combates en algunas zonas de la ciudad.
Pushilin sostuvo además que la ruptura de Soledar, reivindicada por Rusia ya días atrás. "tuvo un rol clave" en los actuales progresos en Bakhmut. La toma de la ciudad, precisó, "bloqueó las vías de aprovisionamiento del enemigo y, en parte, reportó bajo el control operativo de las áreas de las que los ucranianos estaban atacando las posiciones rusas".
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