Y lo hacen en París, en la Sorbona, con Emmanuel Macron y Olaf Scholz codo con codo para celebrar el 60 aniversario del Tratado del Elíseo y relanzar la "locomotora" europea franco-alemana.
"Seguiremos brindando a Ucrania, mientras sea necesario, todo el apoyo que necesite", dijo el canciller alemán, quien subrayó que París y Berlín lo harán "juntos, como europeos, para defender su proyecto de paz europeo".
Macron fue un pequeño paso más allá: "Nada está excluido", respondió -al final del Consejo de Ministros franco-alemán que siguió a la ceremonia en la Sorbona- cuando le preguntaron si Francia también suministrará a Ucrania tanques pesados ;;Leclercs.
"Apoyo irreductible" de los dos países impulsores de Europa al pueblo ucraniano "en todos los sectores", fueron las palabras de Macron en la Sorbona, pronunciadas junto al aliado alemán. Y es que, a pesar de las dificultades que en los últimos meses han enfrentado a Francia y Alemania luchando por mantener unida la alianza sancionada por el Tratado del Elíseo, "después del 24 de febrero, nuestra unión no se ha dividido ni desvanecido ante su responsabilidad", añadió el mandatario francés.
Tras momentos difíciles que rayan en la incomprensión en varios expedientes, Macron y Scholz han regresado del escenario del gran anfiteatro de la Sorbona para proclamar su "amistad indestructible", entre himnos nacionales y discursos solemnes.
En el aniversario del tratado firmado hace 60 años por sus predecesores Charles de Gaulle y Konrad Adenauer para instaurar la reconciliación tras la guerra, el presidente y el canciller volvieron a tomar la delantera en Europa, ante un público integrado por diputados, ministros y jóvenes estudiantes de los dos países. Por la tarde, todos se reunieron alrededor de la mesa en el Elíseo para el 23º consejo de ministros franco-alemán.
Las diferencias permanecen, Scholz no fue explícito sobre Leopard 2 como Macron sobre Leclerc, pero el canciller se ha adherido plenamente al llamamiento a la "responsabilidad".
Citando a Robert Schuman, Jean-Jacques Rousseau e incluso Valéry Giscard d'Estaing, el germano celebró el concepto de "soberanía europea" que sigue siendo la marca registrada de Macron desde su discurso de 2017 en la Sorbona.
"El motor franco-alemán - dijo Scholz - es un mecanismo de compromisos" capaz de "transformar las disputas en acciones convergentes". Macron respondió pidiendo "una Europa más unida y con pleno control de su destino".
Para cerrar los roces entre París y Berlín, Macron rindió homenaje al discurso sobre Europa pronunciado por Scholz en Praga en agosto, precisamente en el que se centraron las críticas de los círculos diplomáticos franceses por la ausencia, en el discurso del canciller, de cualquier referencia a la dupla franco-alemana.
El consejo de ministros celebrado hoy estaba previsto inicialmente para octubre, pero debido a esos desencuentros se pospuso: "La dupla franco-alemana debe reinventarse siempre", recomendó Macron, y sostuvo que los dos países deben construir "juntos un nuevo modelo energético" y "una ambiciosa estrategia industrial europea" ante la reciente Ley de Inflación de Estados Unidos.
En un foro publicado hoy por Le Journal du Dimanche y el Frankfurter Allgemeine Zeitung, los dos líderes escribieron que Francia y Alemania se comprometen a trabajar "respetando las elecciones nacionales en materia de combinación energética, en particular gracias a las energías renovables, las bajas emisiones de carbono, la eficiencia energética e hidrógeno, que produciremos e importaremos". En este sentido, Berlín se ha sumado al proyecto del denominado H2Med, el corredor energético que transportará cada año 2 millones de toneladas de hidrógeno verde desde la Península Ibérica a Francia y ahora también a Alemania a partir de 2030.
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