Después de que en la primera semana del año se registraran casi 4.000 llegadas, la premier Giorgia Meloni convocó hoy a Antonio Tajani y Matteo Salvini, así como a la autoridad delegada para la seguridad de la República, Alfredo Mantovano, y al ministro del Interior, Matteo Piantedosi para hacer un balance del espinoso tema de la inmigración.
La convocatoria también apunta a decidir los próximos pasos, entre ellos, el de llegar de modo inmediato a acuerdos con los países de salida.
En ese sentido, el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, volará a Túnez, Turquía y Libia.
Piantedosi también se está planeando una serie de misiones, comenzando por Turquía.
Luego, en perspectiva europea, los próximos 9 y 10 de febrero se espera a Meloni en el Consejo de la Unión Europea dedicado precisamente al tema de la inmigración.
Tajani mantuvo ayer una entrevista con su colega tunecino Othman Jerandi.
"Pedí garantías al gobierno tunecino -explicó el ministro- para que haya mayores controles sobre las salidas de inmigrantes. Estamos trabajando y persuandiendo a Europa hacia opciones comunes, también para hacer inversiones en África".
Se trata de que haya más inversiones en los países africanos, por lo tanto, a cambio de una lucha más eficaz contra los traficantes de personas que lanzan barcos con destino a Italia.
No será un objetivo fácil, justamente en Túnez, que vive una profunda crisis económica, al igual que Libia, donde no hay interlocutores institucionales fiables.
Mientras, después de la llegada del Ocean Viking ayer por la noche a Ancona, el atraque del Geo Barents se pospuso hasta mañana por la mañana debido al mal tiempo.
Los 37 desembarcados fueron trasladados a las instalaciones de recepción.
Al menos a 12 menores de edad, se sumaron por la mañana otros 6 que declararon ser menores de 18 años y serán sometidos a nuevas pruebas para establecer su edad real.
Por la tarde, el barco Sos Mediterranee partió en dirección sur.
En tanto, el Geo Barents de Médicos Sin Fronteras avanzaba lentamente hacia Ancona, entre las altas olas.
Ambas organizaciones se quejaron por el "sufrimiento innecesario" que podría haberse evitado si se les hubiera asignado un puerto más cercano.
Precisamente por las ONG hubo una polémica después de que Piantedosi relanzara la acusación de que los barcos humanitarios actúan como un factor de atracción que favorece las salidas.
Tales declaraciones, según el secretario nacional de la Izquierda italiana Nicola Fratoianni, "contrasta de manera flagrante con todas las investigaciones y estudios realizados hasta ahora. Se necesitaría más seriedad y menos propaganda y menos noticias falsas".
Según el investigador del ISPI, Matteo Villa, "no hay datos que respalden que los barcos de las ONG son un 'factor de atracción'.
"De hecho, desde 2019 hasta hoy, todos los días, si hay o no ONG frente a las salidas de Libia no cambia". ¿Los únicos factores relevantes? Condiciones meteorológicas y economía de los países de salida", agregó.
También proporcionó algunos números, por ejemplo, que desde el pasado 22 de octubre, fecha en que asumió el gobierno de Meloni, hasta el 9 de enero de este año, la proporción de migrantes rescatados por ONG en comparación con los desembarcados se redujo al 7% frente al 22% en el mismo período entre 2021 y 2022.
Esto mientras los desembarcos se duplicaron, pasando de 16.351 a 31.356.
Mientras, comenzó en la Cámara el trámite del decreto sobre el ajuste para los barcos de las ONG y las oposiciones anunciaron, en palabras de Peppe Provenzano, del Partido Democratico, "una batalla muy dura" y la presentación de preguntas preliminares.
"Las ONG deben dejar de decidir en total autonomía", dijo, por su parte, el ponente de la medida, Fabio Raimondo, de Hermanos de Italia.
El texto será tratado en la Cámara el próximo 2 de febrero.
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