Las tensiones geopolíticas relacionadas con la guerra en Ucrania tienen "repercusiones significativas" en la seguridad cibernética, con "campañas masivas" a nivel internacional contra infraestructuras críticas, sistemas financieros y empresas, desde phishing hasta malware y desinformación.
En 2022, el Cnaipic, la estructura especializada en ciberseguridad de la Policía de Correos y Comunicaciones italiana, detectó 12.947 ataques (un 138% más que los 5.435 registrados en 2021, y se investigó a 332 personas (78% más que el año anterior.
También se emitieron 113.226 alertas (un ligero aumento del 2% respecto a 2021.
La guerra en Ucrania ha provocado un resurgimiento de la actividad de actores hostiles, con ataques de ransomware, destinados a paralizar servicios y sistemas críticos mediante el cifrado de los datos contenidos, campañas DDoS, para sabotear la funcionalidad de recursos online y, sobre todo, ataques de tipo Atp ("Advanced Persistent Threat"), realizadas por actores hostiles capaces de perforar sistemas estratégicos con técnicas de ingeniería social o explotar vulnerabilidades, con fines de espionaje o daño.
El Servicio de Policía Postal ha implementado actividades de información y seguimiento, incluso en la dark web, mediante la activación de canales de comunicación directos sobre el escenario actual con Europol, Interpol y el FBI.
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