En Sungai Kolok, ciudad cercana a la frontera con Malasia, un grupo de diez terroristas abrió fuego el sábado por la tarde contra empleados y voluntarios de una oficina de distrito, matando a dos personas.
En un segundo ataque en la cercana provincia de Pattani, también el sábado por la tarde, una bomba colocada al borde de la carretera mató a tres personas, incluidos dos asistentes de la aldea local y un guardabosques que vigilaba la zona.
El sur profundo de Tailandia es culturalmente distinto del resto de Tailandia, un país predominantemente budista que tomó el control de la región hace más de un siglo.
El primer ministro tailandés, Paethongtarn Shinawatra, dijo a los periodistas el domingo que el número de fuerzas de seguridad que trabajan en turnos nocturnos en el sur "definitivamente aumentará" después de los ataques.
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