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Superclásico: River ganó y dejó a Boca en llamas

"Chiquito" Romero se cruzó con un hincha tras derrota en La Bombonera

BUENOS AIRES, 21 septiembre 2024, 20:28

Redaccion ANSA

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River cantó victoria en la Bombonera y dejó "en llamas" a Boca - TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

River cantó victoria en la Bombonera y dejó "en llamas" a Boca - TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

   La imagen del arquero Sergio Romero cruzándose con un fanático de Boca Jrs que lo insultaba cuando dejaba la cancha y con quien casi se va a las manos fue la imagen que mejor resume lo que significó la derrota por 1-0 en "La Bombonera" frente a River Plate en el Superclásico que animaron hoy por la decimoquinta fecha de la Liga Profesional de Argentina.
    "Decímelo en la cara, decímelo en la cara", repetía un "Chiquito" Romero desencajado que tuvo que ser contenido por algunos de sus compañeros y colaboradores del plantel "xeneize" tras quedar cara a cara con el aficionado, al que se sumaron otros que reclamaban a viva voz por el bajo rendimiento del plantel en el torneo local.
    "Se me fue la cabeza cuando este muchacho me puteó (insultó, Ndr) con tantas ganas", confesó momentos después y mucho más tranquilo el arquero, "héroe" de aquella selección argentina que eliminó por penales a Países Bajos en las semifinales del Mundial de Brasil 2014 y considerado responsable de la derrota previa de Boca en el torneo local frente a Racing Club el pasado fin de semana.
    "Me estaba yendo caliente, pero contenido rumbo a los vestuarios hasta ese momento", relató Romero, al aludir a un final también caliente en el Supeclásico con River en el que a Boca le anularon un gol en tiempo adicionado al reglamentario que pudo darle el empate porque el balón impactó en la mano de Milton Giménez, autor del mismo, antes de ingresar.
    El árbitro Nicolás Ramírez debió recurrir al VAR para invalidarlo, ante el reclamo del banco de suplentes de River Plate y del técnico Marcelo Gallardo, y pese a las protestas de los jugadores de Boca, alguno de los cuales se excedió y terminó siendo expulsado, como sucedió con el zaguero Cristian Lema.
    Ese fue el epílogo de un partido que River ganó con un gol convertido por Manuel Lanzini a los 20' y cuando el "millonario" dominaba las acciones frente a un Boca que no hacía pie en cancha, pero que mejoró en el segundo tiempo, como destacó al final del Superclásico el técnico Diego Martínez.
    "Siempre son feas las sensaciones después de perder frente al clásico rival, pero creo que merecimos algo más", resumió el entrenador "xeneize", cuestionado desde la eliminación en octavos de final de la Copa Sudamericana por penales frente a Cruzeiro y quien dijo al respecto: "Tengo fuerzas para seguir porque estoy donde siempre soñé estar, pero quiero lo mejor para Boca". Una frase que siembre dudas sobre su continuidad al frente de un plantel que con 21 puntos marcha undécimo en el campeonato que lidera Vélez Sarsfield con 30 unidades y un partido menos y en el que River tiene apenas tres puntos más que su clásico rival, pero da la sensación de estar en mejores condiciones de pelear por el título cuando restarán otras 12 fechas para el final.
    Para Boca, la otra posibilidad de luchar por una corona parece ser la Copa Argentina, torneo en el que celebró en la primera edición disputada en 1969 y también lo consagró cuando volvió a disputarse luego de mucho tiempo en la temporada 2011-12, así como en 2014-15 y en 2019-20, y en el que jugará por el pasaje a semifinales frente a Gimnasia y Esgrima La Plata.
    Por la misma llave chocarán Independiente y Vélez, rivales el próximo viernes, en tanto que por la otra ya están instalados en la antesala de la definición Central Córdoba de la provincia de Santiago del Estero y Huracán, campeón de la Copa Argentina en 2013-14, duelo del cual saldrá uno de los finalistas. Para Boca, la Copa Argentina representa la mejor opción para intentar lograr un pasaje a la próxima Copa Libertadores, que conquistó por sexta y última vez en 2007 (perdió la final de 2023 con Fluminense) y al que podría clasificarse también por la tabla anual del campeonato local, que hoy lo encuentra en el séptimo puesto, a cuatro de Racing que lo precede por dos puntos y se aseguraría el tercer y último boleto al torneo continental.
    La Copa Libertadores es una obsesión para los fanáticos "xeneizes", cuya herida por aquella final perdida en Madrid en 2018 frente a River (que ese año la conquistó por cuarta y última vez y al siguiente perdió la final ante Flamengo) pareció reabrir hoy esta nueva derrota frente al equipo "millonario", primera de este año en tres Superclásicos disputados.
    El primero, en febrero por la Copa de la Liga, finalizó igualado 1-1 en el Estadio Monumental, donde Boca celebró por el mismo torneo en abril al ganar por 3-2, "afrenta" que hoy vengó River, nuevamente al mando de Gallardo, con una formación alternativa porque el martes recibirá a Colo Colo en la revancha del duelo que igualaron 1-1 en Chile por cuartos de final de la Libertadores.
    "Si hubiésemos estado más finos, lo hubiéramos definido antes sin necesidad de sufrir con esa última jugada. Hoy se vio la personalidad que tiene este equipo y eso me deja contento por los muchachos", resumió el "Muñeco" Gallardo al afirmar que "ahora vamos a descansar y a enfocarnos en el partido del martes".
    Para Boca, que mejoró en el complemento (el peruano Luis Advíncula estrelló un remate en el travesaño en la más clara para empatar antes del gol anulado a Giménez, que había ingresado por el uruguayo Edinson Cavani) la derrota resulta difícil de digerir y dejó en llamas a "La Bombonera", con esa imagen de Romero cruzándose con un fanático que reflejó el clima que generó.
    "Lamento haber reaccionado así porque los hinchas de Boca tienen derecho a expresarse", diría luego el arquero, mientras el técnico Martínez pedía "disculpas a los aficionados por estas últimas dos derrotas", aludiendo también a aquella sufrida hace una semana frente a Racing Club en el torneo local en el que hoy volvió a perder terreno, pero por sobre todo confianza.
   

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