Alaska también asumirá alrededor de 900 millones de dólares en deuda hawaiana. La aerolínea informó que mantendrá a Hawaiian como una marca separada, eliminando la necesidad de volver a pintar los aviones.
Para obtener la aprobación del Departamento de Transporte esta semana, las aerolíneas acordaron mantener los niveles actuales de servicio en rutas clave dentro de Hawái y entre el estado insular y el continente de los Estados Unidos, donde no enfrentan mucha competencia.
Las acciones de Alaska Air Group cayeron un poco más del 1% el miércoles.
El Departamento de Justicia, que se había opuesto a acuerdos anteriores entre grandes aerolíneas, incluido el intento de JetBlue de comprar Spirit Airlines, no ha impugnado el acuerdo Alaska-Hawai por motivos antimonopolio.
Alaska y Hawaiian también acordaron un puñado de protecciones al consumidor, incluyendo no reducir el valor de las recompensas de los viajeros frecuentes a medida que combinan sus programas de lealtad y prometer compensar a los pasajeros por cancelaciones y retrasos significativos que son culpa de los transportistas.
Alaska Airlines, con sede en Seattle, dijo que esas condiciones eran similares a sus planes desde el momento en que anunció el acuerdo en diciembre.
El acuerdo consolida la posición de Alaska como la quinta aerolínea estadounidense más grande por ingresos.
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