(ANSA) ROMA - Cada año se producen en Europa alrededor de 400.000 paros cardíacos, 60.000 solo en Italia.
Sólo en el 58% de los casos quien asiste interviene con maniobras que salvan la vida (masajes cardíacos, ventilaciones) y en un porcentaje aún menor -el 28% de los casos- con el desfibrilador. La supervivencia es aproximadamente del 8%.
Estas son las cifras de paros cardíacos súbitos en Europa recordadas durante las celebraciones del Día Mundial de la Reanimación Cardiopulmonar en la Cámara de Diputados italiana.
El camino para reducir el impacto de este fenómeno, que ocurre con mayor frecuencia fuera del entorno sanitario, está claro desde hace algún tiempo.
"Necesitamos reconocer que se trata de un paro cardíaco, llamar al 112, buscar un desfibrilador e iniciar la reanimación", aclaró el presidente electo del Consejo Europeo de Reanimación, Federico Fiorenzo Semeraro.
Sobre todo, hay que asegurarse de que el mayor número posible de personas puedan aplicar este sencillo algoritmo.
El ejemplo es el de Dinamarca, donde en 10 años se logró triplicar la supervivencia de las víctimas de paros cardíacos.
"Se consiguió mediante la formación en la escuela, en la obtención del permiso de conducción, el aumento de cursos y formación específica para 118 operadores que son capaces de guiar al socorrista con indicaciones precisas", explicó el vicepresidente del Consejo Italiano de Reanimación, Andrea Scapigliati.
En 2021, Italia adoptó una de las leyes más avanzadas de Europa, que podría conducir a resultados similares. Regula los principales aspectos de la reanimación, desde la presencia obligatoria de desfibriladores en entornos públicos hasta la formación en la escuela.
"La 'ley que salva vidas', por ambiciosa que sea, fue sólo el comienzo de un largo camino y por eso debemos hablar con el corazón abierto, conscientes de que estamos en el camino para dar forma y sustancia a esa legislación", admitió el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Giorgio Mulè, quien fue uno de los promotores de la ley.
En los últimos meses se han dado pasos importantes.
"El ministerio de Salud aprobó tres decretos de aplicación", afirmó el ministerio de Salud, Orazio Schillaci.
Además, dijo, "estamos trabajando para presentar a las Regiones la propuesta para la creación y adopción de una aplicación móvil integrada con los servicios de los 118 centros de operaciones para la geolocalización rápida de los socorristas y desfibriladores más cercanos al lugar donde se ha producido una emergencia" .
También se avanza en la enseñanza de la reanimación en la escuela.
"Tenemos que preparar un decreto sobre la enseñanza obligatoria de apoyo básico, tanto para el personal de ATA, como para los estudiantes y para los profesores que a su vez se convertirán en formadores", anticipó Paola Frassinetti, Subsecretaria de Estado del ministerio de Educación y Mérito.
En tanto, Mulè propuso una reducción fiscal para quienes decidan instalar un desfibrilador en condominios o viviendas o cerca de grupos de viviendas.
"La mayoría de los ataques se producen en entornos domésticos", recordó.
"El porcentaje de salvación una vez iniciado este camino aumentará en muchos miles de vidas cada año", concluyó
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