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Resistencia a los antibióticos, una pandemia

Le cuesta 2400 millones de euros al sistema público de salud.

ROMA 4 MAR - La resistencia a los antibióticos es una pandemia silenciosa, 04 marzo 2025, 12:35

Redaccion ANSA

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La resistencia a los antibióticos es una pandemia silenciosa, que según las últimas estimaciones del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) no sólo causa 12.000 muertes al año en Italia, sino que también genera serios daños económicos.
    Sólo en el Servicio Sanitario Nacional (SNS) italiano, según estimaciones de la propia Agencia Europea, impactan en 2.400 millones de costes anuales, con 2,7 millones de camas ocupadas debido a estas infecciones.
    Lo afirmó hoy el presidente de la Agencia Italiana de Medicamentos, Robert Nisticò.
    "Por este motivo, ante esta emergencia, es necesario un enfoque global que, por un lado, promueva el uso informado de los antibióticos, también en el ámbito veterinario, y que, por otro, refuerce las acciones de prevención", sostuvo.
    La prevención, añadió Nisticò con motivo de la presentación del Informe 2025 sobre el consumo de antibióticos en Italia, debe implementarse "especialmente en el ámbito hospitalario, donde las bacterias resistentes a los antibióticos están mucho más extendidas".
    "Esto sin descuidar, mediante incentivos y simplificaciones a nivel reglamentario, la búsqueda de nuevos fármacos antimicrobianos capaces de burlar las resistencias actuales", concluyó.
    En 2023, el consumo global de antibióticos de uso sistémico, público y privado fue de hecho igual a 22,4 dosis medias diarias por cada mil habitantes, con un aumento del 5,4% respecto a 2022 y una variación aún mayor si se consideran únicamente los antibióticos dispensados ;;a nivel local (+6,3%), indica el Informe 2025 "El uso de antibióticos en Italia" presentado por la Agencia Italiana de Medicamentos.
    El consumo de antibióticos alcanza picos de hasta el 40% en los meses de invierno, lo que sugiere su uso inadecuado contra los virus gripales y paragripales, contra los que resultan ineficaces. Además, casi la mitad de la población geriátrica lo utiliza al menos una vez al año, con picos de más del 60% en el sur del país. Según el informe, hay un aumento en las prescripciones en los grupos de edad pediátrica.
    El consumo también está aumentando en el ámbito hospitalario, donde las bacterias resistentes a las terapias antimicrobianas circulan más que en otros lugares, e Italia también ostenta el récord europeo de consumo de antiácidos estomacales que, al alterar la flora bacteriana intestinal, pueden favorecer la selección de gérmenes resistentes.
    Y así, el índice de resistencia a los medicamentos, que combina el consumo de antibióticos y la resistencia a estos medicamentos en una sola medida, aumenta en la mayoría de las regiones para algunos microorganismos importantes como Escherichia coli, Streptococcus pneumoniae y Enterococcus faecium.
    La tendencia del crecimiento del consumo va en contra de la tendencia frente al descenso del 14,4% del consumo en la medicina en instituciones que tienen convenios con el Estado, observado en el período 2013-19, y la caída del 4% en 2021.
    También hay un aumento en las prescripciones de moléculas de amplio espectro en comparación con las de espectro más estrecho, a pesar de que tienen un mayor riesgo de generar resistencia microbiana. Y es preocupante el mayor uso en el ámbito hospitalario, donde aumentan las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria causadas por gérmenes multirresistentes y donde las dosis administradas cada 100 días de hospitalización fueron 84, un aumento del 1,3% respecto al año anterior.
    Tras una caída del consumo y de la resistencia bacteriana en los dos primeros años de la pandemia, ambos valores han vuelto a crecer, afirma la Agencia Italiana de Medicamentos (Aifa) en el Informe 2025 "El uso de antibióticos en Italia", en el que también indica las bacterias con mayor riesgo de resistencia y más peligrosas.
    Escherichia coli por ejemplo, que también genera diarreas sanguinolentas, pasó de un porcentaje de resistencia a las cefalosporinas de tercera generación del 23,8% en 2021 al 26,7% en 2023.
    Siguiendo las recomendaciones de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) sobre un uso más limitado de las fluoroquinolonas, una clase de antibióticos sujetos a resistencia bacteriana y a efectos secundarios de cierta magnitud, el consumo cayó de 70 millones de dosis en 2018 a alrededor de 24 en 2023, mientras que la resistencia bacteriana de Escherichia coli cayó de alrededor del 40% al 34,1%.
    Sin embargo, la resistencia a las cefalosporinas de tercera generación de Klebsiella pneumonie, que infecta el tracto urinario con una tasa de mortalidad de hasta la mitad de los casos, siempre es alta. De hecho, el porcentaje de casos resistentes aumentó ligeramente del 52,7 al 55,2% entre 2018 y 2023.
    Para la misma bacteria, la resistencia a las fluoroquinolonas se ha mantenido estable en un 50% durante los últimos tres años. Sin embargo, de 2018 a 2023, la resistencia a los macrólidos en Streptococcus pneumoniae, que causa neumonía, sepsis y meningitis, aumentó del 20,3 al 26,2%.
   

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