Este documento establece en términos concretos la cifra de 500 mil millones de dólares en "acuerdos económicos", mencionada recientemente por el Trump como la compensación que Estados Unidos espera recibir a cambio de la ayuda brindada durante los tres años de guerra contra Rusia. El texto, fechado el 7 de febrero, ha sido revisado por varios medios, incluido The Daily Telegraph. Según la copia obtenida, se trataría de una propuesta de acuerdo - rechazada inicialmente por el presidente Volodimir Zelensky y filtrada luego a la prensa por su entorno - que no solo contempla la explotación estadounidense de tierras raras y otros recursos minerales de Ucrania, como mencionó Trump.
La propuesta también implicaría un control extendido sobre la economía de Kiev, desde la cogestión de puertos y otras infraestructuras, hasta el monopolio sobre yacimientos de petróleo, gas y carbón, que no estén en las regiones del este, actualmente ocupadas por Rusia, las zonas más ricas en materias primas del país.
El documento, clasificado como "confidencial", menciona en teoría "inversiones conjuntas" entre Estados Unidos y Ucrania, destinadas a evitar que actores "hostiles" se beneficien de la reconstrucción del país.
Sin embargo, parece más bien un acuerdo leonino, comparable a las "reparaciones" impuestas a naciones derrotadas en conflictos pasados.
Según The Telegraph, si se confirma el contenido del texto, las condiciones serían más gravosas incluso que las impuestas a Alemania y Japón tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial.
Además, el peso que representarían para el PIB ucraniano sería mayor en proporción al que soportó Alemania después del Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial. Según el resumen del Telegraph, el borrador de acuerdo dejaría a Moscú el control de los territorios que ocupa actualmente, consolidando la situación existente, a cambio del dominio económico de Washington sobre el resto del territorio "soberano" de Ucrania.
Este dominio también serviría para evitar una posible competencia futura de China. Todo ello, aparentemente, con el objetivo de marginar y humillar a la Unión Europea y a los aliados europeos en general. "Creo que es un escenario absolutamente inaceptable para Europa", comentó al periódico Ian Bond, ex diplomático y actual subdirector del Centre for European Reform en Londres.
"En esencia", continuó, "Trump parece querer actuar reivindicando para Estados Unidos el derecho de apropiarse de los recursos nacionales de Ucrania como contrapartida al apoyo brindado hasta ahora. Sin embargo, si observamos el volumen total de ayuda a Kiev, la realidad es que Washington ha proporcionado más asistencia militar, pero la UE ha contribuido mucho más en términos de ayuda financiera y humanitaria, algo que Donald Trump considera prácticamente irrelevante".
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