Así lo estableció el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que condenó a Italia que, a pesar de reconocer la situación, no tomó las medidas necesarias.
El TEDH ha establecido que Italia debe introducir, sin demora, medidas generales capaces de abordar adecuadamente el fenómeno de contaminación en cuestión. La sentencia es definitiva.
El Tribunal reconoció un riesgo para la vida "suficientemente grave, real y comprobable", que puede calificarse de "inminente".
Los jueces también consideran que "no hay pruebas suficientes de una respuesta sistemática, coordinada y completa por parte de las autoridades para abordar la situación en Tierra de losFuegos".
Destacan que los avances en la evaluación del impacto de la contaminación han sido lentos, cuando se necesitaba rapidez.
También indican que el Estado no ha podido demostrar que haya adoptado todas las acciones penales necesarias para combatir el vertido ilegal de residuos en la zona de Tierra de los Fuegos.
"Dada la escala, la complejidad y la gravedad de la situación, se necesitaba una estrategia de comunicación integral y accesible para informar de manera proactiva al público sobre los riesgos para la salud potenciales o reales y las acciones tomadas para gestionar esos riesgos. Esto no se hizo. De hecho, algunas informaciones fueron cubiertas durante largos períodos por el secreto de Estado", escribe el TEDH.
La sentencia dictada hoy se refiere a los recursos de 41 particulares y 5 asociaciones. El TEDH decidió aceptar parcialmente las objeciones del gobierno y rechazó los recursos de las asociaciones y de numerosos particulares. Los jueces consideran que las asociaciones no están "directamente afectadas" por supuestas violaciones resultantes de un riesgo para la salud debido a la exposición al fenómeno de la contaminación y que carecen de legitimidad para actuar en nombre de sus miembros.
En cuanto a las personas, para algunos no hay pruebas suficientes de que sus familiares vivieran en zonas afectadas por el fenómeno de la contaminación.
"Cuántas calumnias tuvimos que sufrir; cuántas amenazas; cuántas burlas; cuántos insultos; cuántas inferencias... Los negacionistas, perezosos, conniventes, corruptos, nos difamaron... Seguimos adelante. Convencidos. Vimos con nuestros propios ojos los estragos de nuestras tierras y de nuestras vidas. Gracias a todos los voluntarios… gracias a los médicos para el medio ambiente… gracias a las Iglesias de Campania con sus obispos y sus sacerdotes…", comentó el sacerdote Maurizio Patriciello en las redes sociales la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
"Un recuerdo conmovedor va para aquellos que murieron de cáncer. A mis hermanos Giovanni y Francuccio. A mi cuñada Giuseppina y a mi sobrino Severino. A los muchos, muchos niños que han sido destrozados por el cáncer - escribe Patriciello-.
Un recuerdo especial para el fallecido magistrado Federico Bisceglia. A todos ustedes que lucharon, sufrieron, se regocijaron en lágrimas y amarguras con nosotros, un abrazo grande como el sol".
El sacerdote ejerce su apostolado en Caivano, una ciudad muy urbanizada al norte de Nápoles, en el barrio de Parco Verde, un "supermercado" de la droga blindado por clanes de mafiosos y una de las peores condiciones de degradación de Italia.
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