Maryam Rahmanian, fotógrafa freelance iraní que trabajó con Cecilia Sala en los últimos reportajes realizados en Teherán para Choramedia, dice hoy que está "en las nubes", feliz por Cecilia, su colega y amiga, y por su familia.
"Espero que nunca tenga que revivir lo que vivió aquí", dice la fotoperiodista a ANSA. "Ella ama Irán. Me despedí de ella diciéndole que esperaba volver a verla pronto, y estaba segura de ello porque tiene una relación especial con Teherán".
Pero ahora estoy convencida de que no regresará. Eso me entristece, y me entristece aún más que le haya pasado esto a alguien que ama tanto Irán", agrega.
Con Maryam, Cecilia compartió sus últimos reportajes. El último de ellos, casi como un presagio, fue sobre Zeinab Musavi, la comediante de stand-up más famosa de Irán, una mujer que practica un humor irreverente y no convencional en un país donde ya es difícil simplemente ser mujer.
Zeinab está siendo juzgada tras haber sido arrestada y luego liberada por una broma, por su estilo cómico. A pesar de eso, decidió encontrarse con Cecilia para hablarle sobre los días que pasó en aislamiento, días que definió como "divertidos", porque "todo puede ser gracioso".
Después, muchos otros trabajos documentaron la vida cotidiana en Teherán: jóvenes como tantos otros, mechones de cabello teñido asomando bajo los chadores, tardes en el parque con los perros, en un café, en un museo.
La intención era encontrar algo de normalidad en la repetición de gestos comunes. Getty Images también le encargó un reportaje durante la pandemia, en un lugar donde las vacunas tardaron en llegar y la vida se afrontaba durante mucho tiempo con mascarillas, aislamiento y pequeñas excursiones al Mar Caspio.
La cotidianidad es una característica distintiva del trabajo de Maryam, quien estudió en Estados Unidos, pero construyó su vida y carrera en Irán.
En sus imágenes captura la vida en un país complejo, la diversidad cultural entre generaciones y la tensión, aún más evidente aquí, entre el futuro y el pasado.
Esa misma tensión la ha vivido en su trayectoria profesional, trabajando como fotógrafa de crónica y reportajes, un ámbito que en su país es poco habitual para una mujer. Tal vez por eso sintió una conexión especial con Cecilia Sala, un trabajo conjunto que ahora recuerda como "extraordinario".
Y con la esperanza de que algún día puedan reencontrarse en Teherán.
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