Esto es lo que se desprende del Informe Plus 2023 del Inapp (Instituto Nacional de Análisis de Políticas Públicas).
El 39,6% de las mujeres sin hijos (entre 18 y 49 años) consideran la maternidad un obstáculo -si no una amenaza- para permanecer o acceder al mercado laboral (frente al 27,4% de los hombres).
Al bajar el rango de edad, la preocupación aumenta: una de cada dos mujeres (49,9%) entre 18 y 24 años, según la encuesta, considera que ser madre es una desventaja para el trabajo. Las cosas no cambian mucho para las madres con al menos un hijo: el 30,5% de ellas considera que un nuevo embarazo limita sus oportunidades laborales (frente al 12,1% de los padres).
Los análisis confirman que las intenciones de fecundidad a menudo están condicionadas por limitaciones externas. El embarazo y el nacimiento de un hijo se consideran condiciones preocupantes, ya que son factores potenciales que pueden comprometer la carrera o las oportunidades laborales, especialmente para los jóvenes, las mujeres y quienes buscan trabajo.
En términos más generales, los datos reiteran el pesimismo generalizado. Algo más de uno de cada diez padres de entre 18 y 49 años se plantea tener otro hijo (11,1% de los padres y 12,5% de las madres).
Aún más desalentadoras son las respuestas de quienes aún no tienen hijos: sólo el 17,5% de los hombres y el 22,3% de las mujeres plantean la hipótesis de tener un hijo en los próximos tres años.
Además, más de la mitad de los jóvenes que buscan trabajo entre 18 y 29 años consideran el nacimiento de un hijo un acontecimiento desfavorable para su ingreso al mundo laboral (53,4%), lo que confirma la tendencia italiana a retrasar el acontecimiento del nacimiento del primer hijo, después de los 30 años.
"El nacimiento de un hijo - indica el informe - se configura para la población femenina como un acontecimiento que podría afectar negativamente a su carrera profesional y a sus oportunidades laborales de forma significativamente mayor que para los hombres. Los beneficios de tener al menos un hijo no parecen compensarse con costes, no solo en términos económicos, sino también en términos de tiempo, limitaciones y sacrificios".
"A esto se suma que son sobre todo las mujeres las que abandonan el mercado laboral tras el nacimiento de su primer hijo debido a las persistentes dificultades para conciliar la vida familiar, especialmente si tienen una baja cualificación educativa", señala el reporte.
"Las opciones familiares, estrechamente vinculadas al declive demográfico, representan - afirmó Natale Forlani, presidente del Inapp - una de las fragilidades estructurales de nuestro país. Creo que es esencial superar el contraste entre maternidad y trabajo a través de políticas integradas que fortalezcan el mercado laboral, los servicios y el sistema de bienestar social, al tiempo que apoyamos la crianza y el cuidado de las personas. La nueva Encuesta Plus será una valiosa oportunidad para profundizar en estos temas".
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