El presidente italiano, Sergio Mattarella, llamó hoy a detener el abandono de las zonas del interior y de la montaña para centrarse en la regeneración del suelo. En ese sentido, el jefe de Estado de Italia también enfatizó en el hecho de que los desafíos que atañen a la agricultura "son retos para todo el país, decisivos para nuestro modo de vida y para la sostenibilidad económica, social y ambiental", que además del cuidado del territorio constituyen "la salubridad de los alimentos que comemos".
Además, destacó el hecho de que "las producciones innovadoras pueden ofrecer oportunidades de empleo a los jóvenes". Así lo manifestó Mattarella en un mensaje al presidente de la CIA-Campesinos Italianos, Cristiano Fini, con motivo de la Asamblea de la Confederación. "Toda la sociedad -sostuvo el presidente- debe tomar conciencia y acompañar el compromiso de los productores agrícolas".
Por su lado, el viceministro de Economía, Maurizio Leo, anunció que "la próxima semana llegará al Consejo de Ministros para su aprobación final un decreto legislativo para la innovación en la agricultura con el fin de alinear las normas civiles y fiscales".
"Dado que hoy en día la producción agrícola no se produce directamente en la tierra -explicó Leo-, hemos dicho que debemos garantizar que incluso una parte de esa producción agrícola quede dentro del ámbito de la tributación catastral".
Las normas, añadió el subsecretario, "seguramente entrarán en vigor antes de fin de año. Y estarán operativas a partir de enero de 2025".
Los datos de un estudio de Nomisma realizado para CIA representan la crisis de las empresas agrícolas, especialmente de las zonas internas.
En los últimos veinte años, según se desprende de la investigación, la mitad de las empresas agrícolas abandonaron el sector (-53%), mientras que las que quedaron se fortalecieron.
El sector se mantuvo por el lado de la superficie cultivada (-5%), acercando así el tamaño medio de las empresas a las europeas (11 hectáreas frente a la media de la UE de 17 hectáreas).
Asimismo, según el informe Nomisma, Italia, "a pesar de representar la segunda potencia agrícola de la Unión Europea en términos de valor añadido generado, experimentó en los últimos cinco años un crecimiento de este valor (a precios corrientes, inflación incluida) por encima de los media: + 24% frente a una media de la UE del 41% y otros competidores como España y Alemania por encima del +45%".
En lo que respecta, en particular, a las zonas abandonadas, entre 2000 y 2020, de las 1,3 millones de empresas que cerraron, 3 de cada 4 estaban ubicadas en zonas montañosas, aproximadamente 936 mil según la investigación de Nomisma.
El cierre, subrayaron los analistas, supuso la reducción de 850.000 hectáreas de superficie agrícola cultivada.
Para repoblar estas zonas desfavorecidas por la CIA surge la propuesta de convertirlas en "zonas francas" con impuestos subsidiados, especialmente para las actividades económicas y productivas.
"Basta de chácharas, necesitamos -afirmó el presidente de la CIA, Cristiano Fini en su informe- intervenciones de carácter técnico y apolítico".
"Las zonas rurales y marginales del país ya no pueden esperar, nadie sabe más de agricultura que en esos territorios, entre producción y actividades conexas, representa hasta el 80% de la economía local y muchas veces también proporciona servicios comunitarios", completó.
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