Luego de la manifestación de hoy de parlamentarios y ministros de la Liga Norte en la plaza de Palermo, la mirada se vuelve hacia el 20 de diciembre. Día de la sentencia en el juicio del buque Open Arms, al que en 2022 Salvini le impidió ingresar a un puerto italiano con migrantes rescatados en el mar Se acerca el veredicto y Salvini reúne a los líderes del partido para definir la estrategia. En la reunión de emergencia del consejo federal, al regresar de la capital siciliana, el proceso se entrelaza con el caso de Albania. El viernes la justicia italiana ordenó el regreso de los migrantes que habían sido enviados a Albania en el marco del acuerdo entre ambos países como parte de la política contra la migración ilegal llevada adelante por el gobierno de Giogia Meloni.
La sección de inmigración del tribunal de Roma no validó la retención de los migrantes en el centro italiano de repatriación de Gjader, en Albania, por lo que las doce personas que ya habían sido enviadas regresaron este sábado a Italia.
En el centro de la reunión estuvo "el ataque contra Italia y los italianos lanzado por un poder judicial politizado".
"Quien nos impide defender las fronteras pone en peligro al país", afirmó Salvini hoy y definió su plan contra esas sentencias: mociones en los municipios "para la defensa de las fronteras" ya en los próximos días, y marchas en toda Italia los días 14 y 15 de diciembre "en vista de la sentencia del día 20".
Mientras tanto, el viceprimer ministro enciende la anticipación lanzando un ataque claro y claro contra los jueces.
"Una parte del poder judicial está muy involucrada en la política de izquierdas, hay algunos jueces que piensan que están en un centro social y no en un tribunal", declaró. Luego, la provocación: "si no les gustan las leyes de inmigración, que se presenten con Rifondazione Comunista", el partido político italiano de tendencia marxista.
El ministro subrayó que se refiere "afortunadamente a una minoría" del poder judicial, "que es más de izquierdas que Schlein" (Elly, la líder del Partido Democrático, PD).
Sin embargo, no renuncia a recordar la necesidad de una medida que afecte al conjunto de la justicia: "necesitamos la separación de carreras y un mecanismo que saque la política de los tribunales y las corrientes del poder judicial". En resumen, una ofensiva total lanzada tanto contra la decisión del tribunal de Roma sobre la detención de inmigrantes en Albania como contra el caso Open Arms. "Si me condenaran -en el caso Open Arms-, el problema no sería mío, sino de Italia, porque desde el día siguiente los contrabandistas y traficantes sabrían adónde ir. Lo mismo ocurre con el acuerdo con Albania", dijo en la noche Salvini, entrevistado por la RAI.
"Si decimos que no podemos expulsar a nadie, si alguno de estos mañana comete un delito, roba, viola, mata a alguien, quién paga las consecuencias? El magistrado que los trajo de regreso a Italia?. Quisiera saber por qué entre todos los trabajadores que pagan por sus errores, los magistrados nunca pagan", completó Salvini.
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