El ex jefe del ministerio, como anunció varias veces su abogado, contraatacó en el caso que estalló a finales de agosto y que motivó su dimisión. Los investigadores, coordinados por el fiscal Francesco Lo Voi, procederán a la apertura formal del expediente.
En las últimas semanas, el abogado Silverio Sica, representante de Sangiuliano, había afirmado que su cliente había sido objeto de "presiones ilícitas" por parte de la mujer, sugiriendo que en la denuncia podría encuadrarse el delito de tentativa de extorsión. "A la denuncia - declaró el letrado - adjuntaremos también una serie de documentos que demuestran la absoluta corrección de la conducta de mi cliente, proporcionando también una reconstrucción cronológica de los hechos".
El proceso discurrirá en paralelo al que desde hace días está bajo la atención del tribunal de ministros y en el que Sangiuliano es investigado por malversación de fondos por los viajes en los que Boccia estuvo con el ahora exministro, y revelación y uso de secretos oficiales como en lo que respecta a los correos electrónicos sobre la organización del G7 en Pompeya.
No solo el sistema de justicia penal, sino también el administrativo, iniciaron a finales del verano una investigación sobre el caso político. El Tribunal de Cuentas del Lacio ha abierto un expediente por posible perjuicio fiscal.
Dos títulos en economía, especial atención al mundo de la moda y la medicina estética, asociación con políticos de derecha y diversas actividades empresariales. La ecléctica vida de Boccia bajo los reflectores se resume efectivamente en las fotos de su perfil de Instagram, que después de la explosión del caso Sangiuliano cuenta con más de 32 mil seguidores y está en constante crecimiento.
La alta y rubia, de 41 años, nacida en Pompeya, todavía se presenta hoy, en la biografía de las redes sociales, como presidenta de la Semana de la Moda de Milán, a pesar de la advertencia de la Cámara de la Moda de la capital lombarda de utilizar esa marca.
Sangiuliano tuvo que presentar, semanas atrás, su dimisión "irrevocable" como ministro de Cultura de Italia, admitiendo una relación extramatrimonial con la influencer y empresaria Boccia.
Dicha decisión se produjo a pesar del apoyo inicial de la primera ministra, Giorgia Meloni, quien había rechazado su primera carta de renuncia.
En su carta de renuncia, Sangiuliano expresó: "Después de muchas reflexiones, en días dolorosos y llenos de odio hacia mí por parte de cierto sistema de medios de comunicación, he decidido dimitir irrevocablemente como ministro de Cultura".
Además, aseguró que irá "al fondo del asunto (...) y tomará medidas contra quienes hayan publicado noticias falsas en los últimos días".
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