Ahmed Wadiyya - informó el ejército - fue abatido en un ataque aéreo en el que ocho miembros de Hamás murieron cerca del hospital de Al Ahli en la ciudad de Gaza.
Wadiyya atacó a la comunidad israelí ubicada junto a la Franja de Gaza en parapente y supervisó la masacre de 21 residentes y el secuestro de uno de ellos.
Gil Taasa, un bombero de 46 años que trabajaba en la estación de Ashkelon, estaba en su casa la mañana del 7 de octubre con sus dos hijos más pequeños, Koren, de 12 años, y Shay, de 8. Disparó a los terroristas hasta que se quedó sin balas, dijo más tarde su hijo Koren.
Luego los terroristas arrojaron una granada al refugio donde se escondían: "Papá decidió salvarnos y saltó sobre la granada... hubo una explosión, vi humo, de repente estábamos cubiertos de sangre", dijo el niño a Kan TV.
El pequeño contó que cuando los terroristas verificaron que Gil había muerto, Ahmed Wadiyya, quien dirigió el asalto, sacó Coca Cola del refrigerador, la bebió y se fue. El hijo mayor de Gil, Or, de 17 años, había salido temprano esa mañana para ir a pescar con unos amigos a la playa de Zikim, donde fue asesinado por terroristas durante el asalto.
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