El Parlamento italiano reabrirá este lunes, con una Liga que pide suspender la ciudadanía a quien haya cometido delitos, mientras Forza Italia (FI) está preparando una propuesta sobre el ius scholae (la reforma de la ley de ciudadanía, NDR).
De este modo, las tensiones no se calman en la mayoría sobre el tema de la ciudadanía. La Liga reitera la línea dura: "Nunca estaremos de acuerdo -dejó claro el número dos del partido Andrea Crippa- a votar Ius scholae o cualquier otra propuesta que acorte el tiempo para concederla". No sólo eso. El partido está preparando un proyecto de ley de seguridad para la suspensión de los procedimientos de la adquisición de la ciudadanía si se está acusado de delitos graves contra el Estado o las personas.
La iniciativa de la eurodiputada Laura Cavandoli retoma una enmienda ya propuesta hace meses sobre el tema, pero que inevitablemente vuelve a ser noticia tras la postura del partido ante el asesinato de Sharon Verzeni. Todo ello mientras canciller, Antonio Tajani, dio un mandato a los grupos parlamentarios para la cuestión del Ius scholae ante una propuesta de ley a favor de los italianos.
En resumen, el tema será sin duda candente cuando se reanuden los trabajos parlamentarios y en particular cuando, a partir del 10 de septiembre, el proyecto de ley sobre seguridad llegue a la Cámara para su examen.
"El orden del día -explicó Cavandoli- retoma una enmienda que preveía la exclusión de la adquisición de la ciudadanía en caso de condena por delitos graves, pero también, dada la duración de los procesos, la suspensión del procedimiento de adquisición durante el proceso penal hasta la sentencia firme para los acusados ;;de delitos graves".
Un razonamiento que, sinceramente, los partidos de Forza Italia no tachan de negativo, ya que está vinculado a la cuestión de la seguridad.
Otra cuestión, sin embargo, es la de la ciudadanía tout Court, que, sin embargo, según se argumenta entre los italianos, se mantiene separada a pesar de que los casos en las noticias han dado derecho a frenar a quienes quisieran hacerlo.
El proyecto de ley de seguridad, que junto con el decreto general del Senado será la primera disposición para la recuperación, también será una prueba sobre la cuestión cuando se someta a votación la enmienda del partido Azione sobre el Ius scholae, que, además, compacidad del amplio campo. Forza Italia, con toda probabilidad, no apoyará la propuesta dado que se reserva el derecho de presentar una propia.
Un texto cuyo proceso, sin embargo, dado el estancamiento parlamentario de otoño, no podrá iniciarse hasta el próximo año.
De hecho, la competencia sobre el texto corresponde presumiblemente a la Comisión de Asuntos Constitucionales que, a partir de la próxima semana, tendrá que afrontar dos reformas "fuertes", como el cargo de primer ministro y la separación de carreras.
Los dos textos deberían avanzar en paralelo, pero el calendario se decidirá aún en una reunión de la mesa prevista para el 4 de septiembre. Entre las cuestiones de la reanudación del trabajo parlamentario también estará el tema de la RAI, para la que, sin embargo, por el momento no se encontró ninguna solución dada la necesidad de elegir la presidencia de una mayoría en el Consejo de Supervisión que vaya más allá de la centroderecha.
Sin embargo, la oposición pidió que la cuestión de la gobernanza se resuelva como prioridad tras la aprobación de la Ley Europea de Libertad de Medios.
Otro tema pendiente es la elección del juez faltante de la Consulta. Un punto sobre el que también hizo un llamamiento el jefe de Estado, Sergio Mattarella. Antes de la pausa estival, el presidente de la Cámara, Lorenzo Fontana, se reservó el derecho de convocar una sesión cada semana sobre el tema y, posiblemente, llegar hasta el final si no se encuentra una solución.
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