La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó la "persecución sistemática de las voces disidentes" y la detención "arbitraria" de periodistas en Venezuela como parte de la represión de las protestas sociales que estallaron en el país tras las elecciones presidenciales el pasado 28 de julio.
En un comunicado, la Oficina para la Libertad de Expresión (RELE) denunció la detención de más de 1.505 personas, entre ellas, al menos 10 periodistas, que "enfrentan cargos de terrorismo únicamente por cubrir manifestaciones antigubernamentales".
"Estas prácticas de violencia institucional y terrorismo de Estado establecen un clima de miedo e intimidación generalizada con el objetivo de mantener en el poder al gobierno autoritario" encabezado por Nicolás Maduro.
Es particularmente preocupante, subrayó, por su parte, la Organización de Estados Americanos (OEA), el aumento por parte de las autoridades "del uso de tecnologías de vigilancia para perseguir y censurar a los ciudadanos que expresan críticas a través de las redes sociales".
Según la CIDH, al menos 107 sitios web fueron bloqueados en ese contexto para "limitar el acceso a contenidos críticos con el gobierno".
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